Tras este paso previo de capacitación, los servicios de esta organización agraria aconsejan presentar, antes de mediados de julio, toda la documentación necesaria comprometiéndose así a ejercer la actividad agraria y mantener las inversiones de la explotación durante al menos cinco años.
A las primeras instalaciones se suman además cuatro líneas de ayudas sobre: planes de mejora (línea B), inversiones para trabajo a terceros (línea P), inversiones colectivas (línea I) y ayudas para titulares de explotaciones afectados por planes colectivos de regadío (línea Q). Destaca, como novedad, la línea P al no exigir apenas trámites burocráticos para la adquisición de maquinaria, quedando excluida la compra de tractores y otros vehículos de transporte, cuyo uso se destinará a trabajos a terceros y uso propio.
Por otra parte, varía el concepto de agricultor profesional, es decir, aquella persona física, titular de una explotación agrícola o ganadera que tan sólo requerirá un volumen de empleo de, al menos, una Unidad de Trabajo Anual (1 UTA) y la obtención del 25% de su renta de actividades agrarias.
La cuantía de las ayudas en las cinco líneas varía entre un 30% y un 50% de la inversión total. Para primeras instalaciones, esa cantidad puede llegar a los 30.000 euros a fondo perdido; en los planes de mejora, a los 100.000 € y 200.000 €, si cuenta con un trabajador más; en inversiones para trabajo a terceros, 50.000 €; en inversiones colectivas, oscilará entre un límite de 300.000 € por inversión aprobada, 1.500 €/ha de pastizal y 15.000 €/ha regadío mejorado. En el caso de subvenciones para los afectados por planes de mejora de regadío, la cifra máxima no alcanzará los 60.000 €.
Desde ASAJA se aconseja tramitar cuanto antes estas ayudas en las oficinas de Salamanca, a más tardar, el 15 de julio evitando así problemas de última hora.
Asaja