Nota de Asaja
El ministerio de Agricultura, a través de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA), se propone acometer cambios importantes en el seguro integral de cereales de invierno. Argumentando que se trata de una línea altamente deficitaria para la Administración, prepara modificaciones encaminadas a endurecer las condiciones de contratación y aumentar las tarifas de las pólizas que suscriben los agricultores. ASAJA considera que, en un momento de incertidumbre como el actual, se debe actuar con la máxima cautela y prudencia y solicita al MAPA que sopese mucho una decisión que puede resultar muy gravosa para miles de agricultores cerealístas.
El principal argumento esgrimido por el ministerio de Agricultura para acometer estos cambios es que la línea del seguro integral de cereales de invierno es una modalidad de contratación que resulta altamente deficitaria para el Estado, concretamente en un 250 por ciento, por lo que estudia un incremento de las tarifas a los agricultores de hasta 2,5 veces mas de lo pagan en la actualidad.
En primer lugar, ASAJA quiere matizar que, si bien es cierto que se trata de una línea deficitaria, las estadísticas de siniestros e indemnizaciones que maneja el ministerio no son un reflejo fidedigno de la realidad. Hay que recordar que la excepcional situación de rabiosa sequía que sufrió España durante tres campañas consecutivas (1992-1993-1994) ha tendido una influencia determinante y muy negativa sobre las cifras globales.
Además, si tenemos en cuenta la progresión de resultados de la línea (indemnizaciones – primas) desde el año 1995, año de la última reforma en profundidad de esta línea, podemos concluir que los datos son razonablemente buenos. De las últimas ocho campañas de contratación tan solo la correspondiente al año 1999 arroja unos resultado muy negativos para Agroseguro, que sobre un total de 32 millones de euros cobrados en primas tuvo que abonar 95 millones de euros en concepto de indemnizaciones. Aún así, y a pesar de su déficit, este no sería comparable a lo que el Estado tendría que dedicar a indemnizaciones por vía de ayudas extraordinarias de no existir esta línea.
Por otra parte, ASAJA considera que un seguro como este, en claro declive ya que está siendo sustituido por el seguro de rendimientos de cultivos herbáceos, no tiene sentido que vea endurecidas sus condiciones y se penalice así a los agricultores que aún lo contratan.
Por todo ello, ASAJA pide al MAPA la máxima cautela y prudencia y que se sopese detenidamente cualquier decisión que afecte a su modificación, máxime si, como nos tememos, la reforma de la PAC pone en marcha un posible desacoplamiento de las ayudas que incidiría de forma determinante sobre las producciones de cultivos herbáceos de las zonas con más bajos rendimientos, que son las que más determinan los malos resultados de ésta línea de seguros.
Asaja