El anuncio de convocatoria de huelga general indefinida en el campo de Sevilla, que ahora parece que se circunscribe a los cítricos de la vega de Sevilla, es una bomba en manos de los sindicatos para iniciar una campaña de coacción, en la que empresa por empresa, los sindicatos pretenden obligar a los agricultores a firmar un documento ilegal, cuya validez jurídica es nula por cuanto hay un convenio colectivo en vigor, y que incluye algunas claúsulas innecesarias, por cuanto ya vienen recogidas en el propio convenio provincial, como las referentes a la jornada laboral y a la retribución, y otras claramente ilegales, como el intento de prohibir el trabajo por rendimiento, que es perfectamente legal tal como recoge el artículo 26 del propio Estatuto de los Trabajadores.
El presidente de ASAJA-Sevilla, Ricardo Serra, se ha reunido hoy con el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Faustino Valdés, a quien le ha demostrado y acreditado que la huelga prevista para mañana es totalmente artificial y se ha convocado por motivos meramente políticos y no laborales, instándole a que tanto la inspección de trabajo como la Guardia Civil garanticen mañana el derecho al trabajo de todos aquellos trabajadores que quieran acudir a su puesto. La Guardia Civil no puede permanecer impasible y actuar como “convidado de piedra” dejando que los piquetes campen a sus anchas de manera violenta y con total impunidad.
Esta convocatoria artificial de huelga es un intento de imposición fuera de la mesa negociadora y mediante la coacción y la amenaza de un nuevo convenio provincial, cuando al actual aún le quedan dos campañas de vigencia, ésta y la siguiente.
ASAJA-Sevilla niega taxativamente que en la provincia se incumpla el convenio del campo y por supuesto es radicalmente falso que los trabajadores sevillanos del campo reciban un sueldo inferior al que fija el convenio, más bien ocurre lo contrario, muchos trabajadores del campo de Sevilla que participan en las campañas de recolección reciben entre 30 y 40 euros más por jornada de lo que marca el convenio, puesto que en muchos casos, y a demanda de los propios trabajadores, la empresa acepta una fórmula de pago en la que la mejora de productividad del trabajador conlleva un incremento de los
ingresos por rendimiento.
Hace tiempo que los responsables sindicales de UGT y CC.OO. perdieron el norte y los grandes damnificados de su huida de la realidad y de sus peleas internas por ganar protagonismo en el campo sevillano son los propios trabajadores.
ASAJA-Sevilla recuerda que el convenio del campo de Sevilla es el más progresista de cuantos se firman en el campo español. Se trata de un convenio firmado por cuatro años –actualmente estamos en el tercer año de vigencia- en el que los sindicatos y los empresarios cuentan con instrumentos menos drásticos y perjudiciales que la huelga para denunciar en su caso los incumplimientos, si estos se produjeran.
De hecho, si de verdad existiera algún incumplimiento y el deseo de arreglarlo, no se hubieran tirado pasquines informativos desde el pasado mes de septiembre convocando la intentona de huelga de mañana, lo que demuestra la artificialidad de la misma, que más bien parece un intento de romper el convenio colectivo vigente.
ASAJA