Nota de ASAJA-Sevilla
teamiento de la política agraria, pues entre las muchas novedades que introduce, incluye numerosos instrumentos de recorte en las ayudas que actualmente perciben los agricultores (modulación disciplina financiera, reserva nacional de derechos y retenciones varias) y plantea un sistema nuevo de percepción de las mismas, el pago único o pago desacoplado, que percibirá el agricultor con independencia del tipo de cultivo que siembre o incluso en el caso de que decida no cultivar.
Esta reforma, que sienta las bases del desmantelamiento de la PAC, carece aún de un modelo definido de aplicación. Se trata de un sistema que no se ha aplicado nunca en Europa (aunque sí en EE.UU. donde fracasó estrepitosamente) y sobre su desarrollo, su fórmula concreta de aplicación y sus consecuencias pesan aún demasiadas incógnitas.
Aún hoy, casi cinco meses después de la aprobación de la reforma, carecemos de los reglamentos de aplicación (que debe publicar la Comisión) y de la transposición de estos reglamentos a la legislación nacional, lo que nos impide resolver muchas dudas de importante calado referidas a la titularidad de los derechos y al mercado de la tierra, entre otros asuntos. Por desgracia, y ante la falta de previsión de la Comisión, muchas de estas dudas sólo se resolverán cuando entre en funcionamiento el sistema en alguno de los Estados Miembros, será entonces y sólo entonces cuando la casuística revelará la complejidad del nuevo sistema, y cuando funcionarios y burócratas deberán buscar solución a los ingentes problemas que la aplicación de esta reforma plantea.
Por ello, desde ASAJA-Sevilla entendemos que la opción más prudente es la de retrasar lo más posible la entrada en vigor de esta reforma, puesto que un periodo transitorio nos permitirá observar el funcionamiento del sistema en aquellos estados «valientes», que prefieran aplicarlo ya en el 2005, y sobretodo nos permitirá evitar cometer sus errores.
Por este motivo la Asamblea General de ASAJA-Sevilla, reunida en sesión extraordinaria el día 6 de octubre, ha decidido:
Instar a la Comisión Europea y al Ministerio español de Agricultura a que publiquen cuanto antes los reglamentos de aplicación, así como su transposición a la legislación nacional de forma que se establezca un marco legal y real, que contemple y determine todos los supuestos de cesiones, posesiones y transferencias de derechos, evitando efectos negativos en el mercado de la tierra.
Instar a la Comisión Europea y al Ministerio español de Agricultura a que ya en el 2004, independientemente de la fecha de entrada en vigor de la reforma, comuniquen a todos los agricultores y ganaderos cuáles son sus derechos de pago al objeto de despejar incertidumbres.
Instar al ministro español de Agricultura y al Gobierno de España a que cumplan con su compromiso y se acojan al periodo transitorio máximo (lo que permitiría continuar con el régimen actual hasta el 2007). Tal como el propio ministro manifestó en su comparecencia en el Congreso de los Diputados.
Exponemos a continuación las razones que han conducido a la Asamblea General de ASAJA-Sevilla a instar al Ministerio español a elegir esta opción:
Por pura coherencia con nuestro carácter de agricultores y productores de alimentos, puesto que el sistema de Desacoplamiento vulnera los principios fundamentales de la PAC y va en contra de nuestra función principal: producir alimentos sanos de calidad a precio razonable.
Por puro interés económico, al aplazarse las reducciones en los pagos desacoplados («derechos de pago») se evitarán los recortes que se realizarán a estos pagos (3% para la reserva nacional, posibles recortes adicionales de forma lineal, 10% de retención de fondos para fomentos de tipos específicos de producción, por decisión de cada Estado Miembro, se podrán aplicar restituciones a la Reserva Nacional o reducción del valor unitario de los derechos en caso de venta de derechos de ayudas, con o sin tierras) que supondrán mermas en los porcentajes individuales de ayuda de entre un 30 y un 40%.
Porque se necesita que las incertidumbres se despejen antes de tomar cualquier decisión:
Antes de 2005 todas las incertidumbres sobre funcionamiento del sistema deberán despejarse, de lo contrario, difícilmente podría aplicarse el sistema de «pago único».
Debe haber un «rodaje» que es necesario que no se experimente en nosotros, sino en los países «valientes» que se adelanten en su aplicación.
Porque en tres años esta reforma puede resultar un fracaso estrepitoso que obligue a la Comisión a dar marcha atrás (tal como contempla el propio reglamento en su artículo 30). Lo que sería mucho más sencillo para aquellos Estados Miembros que hayan adoptado el periodo transitorio y mantengan aún el sistema actual de «ayudas superficies» y «primas ganaderas».
Por todo lo anterior, la Asamblea General de ASAJA-Sevilla considera que es fundamental esperar a que todas las incertidumbres hayan quedado despejadas so pena de sufrir un colapso generalizado de nuestro entramado productivo agrario, con consecuencias muy graves para todo el mundo rural.
ASAJA-Sevilla