Nota de ASAJA
Tras casi cinco meses y más de 30 reuniones marcadas por la ‘falta de talante negociador de los sindicatos’, ASAJA-Sevilla sigue dispuesta a alcanzar un convenio colectivo razonable, similar al del resto de provincias y sectores.
La convocatoria de huelga ha tenido un seguimiento muy escaso en el campo sevillano. A lo largo de la mañana de ayer los delegados comarcales de ASAJA-Sevilla han constatado que en la mayor parte de las explotaciones agrícolas sevillanas se ha trabajado con normalidad.
Se trata de ‘una convocatoria que parece que plantean los sindicatos en contra de los propios trabajadores del campo’, y que ha venido precedida por más de 30 reuniones con amenazas de huelga constantes, en las que los sindicatos lejos de negociar, han planteado una batería de pretensiones económicas que sitúan la subida global del convenio en más de un 40% (incluyendo subida salarial, reducción de jornada, modificaciones estatutarias, diversas cargas empresariales, etc.) lo que excede, con mucho, las demandas nacionales de las propias centrales sindicales.
Se trata de unas demandas totalmente desproporcionadas y fuera de lugar, puesto que según los datos oficiales, la subida media de todos los convenios colectivos regionales y nacionales (de todos los sectores, no sólo del campo) firmados en los últimos meses contemplan una subida salarial media del 2,95%.
Debemos recordar que el sector agrario se encuentra inmerso en una reconversión brutal, derivada de la reciente reforma de la PAC aprobada por Bruselas, y que supone que a duras penas tenga garantizada su subsistencia. Esta situación se agrava si tenemos en cuenta que la convocatoria de huelga pretende afectar directamente a cultivos hortofrutícolas y al olivar, lo que acarrearía grandes pérdidas sociales y económicas para ambos sectores.
Desde ASAJA-Sevilla reiteramos nuestra perplejidad ante esta convocatoria de huelga con la que se pretenden imponer conceptos que exceden con mucho lo razonable. Por lo que una vez más, hacemos un llamamiento a la cordura y a la sensatez de los sindicatos para que se sienten de nuevo en la mesa negociadora, que es donde realmente se resuelven las divergencias en una democracia madura
ASAJA