El responsable nacional de Porcino de Capa Blanca y, miembro de Comité Ejecutivo de ASAJA de Cuenca, Isidro Villaescusa, ha trasladado al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) la necesidad de que se permita a los productores de porcino, cuanto antes, una gestión de los cadáveres de los cerdos por métodos alternativos, más eficaces y menos costosos.
Específicamente, Villaescusa ha defendido el método de almacenamiento durante tres meses e hidrólisis en las propias explotaciones y la posterior recogida del líquido resultante mediante el seguro de retirada para su eliminación. De este modo, el almacenamiento e hidrólisis podrían hacerse de forma conjunta a través de las Agrupaciones de Defensa Sanitaria Ganadera (ADSG), lo que supondría un considerable ahorro para los productores de más de un 75% de los gastos, ya que el actual proceso conlleva un costoso seguro para recoger los animales semanalmente en cada explotación.
ASAJA de Cuenca espera que esta propuesta, que ha sido trasladada a las Administraciones en numerosas ocasiones, se materialice en los próximos meses, y hagan efectiva así una medida que ya han valorado positivamente por parte del MARM en la última reunión con el sector, así como por parte de la Administración regional, no sólo por el ahorro que propiciará entre los porcicultores, sino también a las propias administraciones.
Con respecto a las ADSG, la Organización Agraria lamenta la reducción del presupuesto regional de este año en un millón de euros, ya que la labor de estas agrupaciones es fundamental para el sector en cuanto a la mejora del nivel productivo y sanitario de las explotaciones.
Además, ASAJA ha propuesto que las Administraciones fomenten la investigación por parte de las universidades para obtener, del líquido resultante de la hidrólisis, un producto que se pueda utilizar como fertilizante, sin que tenga efectos negativos en el Medio Ambiente. De este modo, se conseguiría que las explotaciones fueran más sostenibles y que los porcicultores se ahorrasen un seguro innecesario.
Por otro lado, la Organización considera que, de cara a la futura PAC y el posible endurecimiento de la normativa de bienestar animal, los ganaderos deben cumplir con todos los requisitos que se establezcan del mismo modo que lo hacen ahora, ya que así lo exige la sociedad y los consumidores europeos. Sin embargo, ASAJA rechaza rotundamente que el aumento de los costes que suponga adaptarse a estos cambios se haga a costa de los productores, sin que se articulen medidas compensatorias o se pongan en marcha las herramientas para que los ganaderos puedan repercutir el aumento de los costes en los precios percibidos. Sin ir más lejos, los últimos datos del Índice de Precios Origen y Destino muestran que, en el caso del porcino, el precio se multiplica por cinco desde que sale de la granja hasta que llega al consumidor.
Del mismo modo, ASAJA insiste una vez más, en la importancia de que la carne de porcino importada, así como el resto de carne que entra en la Unión Europea, cumplan con las mismas exigencias productivas que las europeas. Además, la Organización exige que se estudien las repercusiones en el sector de los posibles acuerdos comerciales con Mercosur, ya que como adelantaba hace unos días el COPA–COGECA, como voz de los agricultores y sus cooperativas a nivel europeo, las consecuencias en la ganadería pueden ser desastrosas.
Todos estos temas se volverán a poner encima de la mesa en la próxima reunión del sector porcino con el MARM, prevista para principios de mayo, en la que la Organización hará hincapié también en la incertidumbre que reina entre agricultores y ganaderos con respecto a la volatilidad de los precios de los cereales.
ASAJA