Asaja solicita una reunión al Ministerio de Sanidad para abordar los problemas del sector apícola

Nota de Asaja Aragón

La preocupación en el sector apícola por el problema de los residuos en miel y otros productos derivados es cada vez mayor y así se le ha transmitido ya, en diversas ocasiones, al Ministerio de Agricultura. Sin embargo, el posible levantamiento del embargo a las importaciones de miel de China no constituye para ASAJA motivo suficiente que justifique la protesta del próximo día 19 de febrero ante el ministerio de Sanidad y Consumo. Desde la ADS Apícola Nº1, el veterinario Rafael Blanc apunta que “La Unión Europea es deficitaria en miel e importa habitualmente la mitad de la cantidad que consume, si la miel no viene de China porque no se levantara dicho embargo se importaría de otros países hasta cubrir las necesidades de consumo”. Desde ASAJA se exige que la miel que se importe tenga las mismas garantías sanitarias que la producida en España.

Por otra parte, ASAJA confía en el dictamen del Comité de la Cadena Alimentaria y de Sanidad Animal de Bruselas, responsable de decidir el levantamiento o no del embargo a China, y estamos seguros que se tomará la decisión correcta, basada en los resultados de los controles e inspecciones realizados en China, máxime cuando el consumidor europeo demanda productos sanos y de calidad y las instituciones comunitarias velan, cada vez más, por la seguridad alimentaria.

Gran parte de culpa en este asunto de los residuos procede de los operadores comerciales, que en su afán de lucro realizan mezclas con productos procedentes de otros países. Rafael Blanc argumenta que “el ministerio debería arbitrar unas normas que establezcan Limites Máximos de Residuos (LMR) en miel y otros productos apícolas, con el fin de que todo el sector pueda guiarse por ellas y sean validas tanto a nivel comunitario como para los productos procedentes de terceros países”.

Por último, la sectorial apícola de ASAJA, quiere transmitir al Ministerio de Sanidad y Consumo su preocupación por la falta de productos autorizados y eficaces para el tratamiento de las distintas enfermedades que sufren las abejas, así como el coste tan elevado que tienen los pocos que existen, lo que dificulta seriamente que el apicultor pueda acceder a ellos.

Asaja Aragón

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