ASAJA Toledo incide en la importancia de limpiar las áreas de seguridad para controlar la plaga de conejos

conejo

La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Toledo ha solicitado hoy a la Consejería de Agricultura su intermediación para tratar con las administraciones y entidades de las que depende el mantenimiento de las áreas de seguridad en torno a vías de comunicación, veredas y riberas, con el fin de acometer las tareas de limpieza necesarias para controlar la sobrepoblación de conejos que está asolando los cultivos de la provincia. Así lo ha transmitido hoy la presidenta de la organización agraria, Blanca Corroto, en el transcurso de una reunión con representantes de la Consejería de Agricultura.

ASAJA de Toledo ha recordado que son, precisamente, las parcelas agrícolas situadas cerca de las áreas de seguridad de vías de comunicación, bien sean autovías, autopistas o líneas ferroviarias, o próximas a veredas y riberas de ríos y arroyos, las que están sufriendo mayores daños, pues se han convertido en espacios de refugio para esta especie cinegética.

De hecho una de las zonas más afectadas es la del entorno de la AP-36 (autopista Madrid-Levante), donde los agricultores de algunos municipios, como es el caso de Villatobas, han reforzado la zona vallada de la autopista instalando 25 kilómetros de malla cinegética para limitar el acceso de los conejos a sus campos de cultivo. En esta localidad hay parcelas de cereal con daños superiores al 80 por ciento, lo que se traduce en unas pérdidas económicas de unos 300 euros por hectárea.

Otras zonas de refugio son las riberas de ríos y arroyos, también consideradas áreas de seguridad, donde prolifera la maleza, cuya limpieza es responsabilidad de la Confederación Hidrográfica correspondiente.

La organización agraria hace hincapié en que alguna de las medidas extraordinarias previstas en el plan de emergencia para controlar la plaga de conejos, como es la de permitir el uso de hurones y escopeta, se limitará, tal y como ha anunciado la Consejería de Agricultura, exclusivamente a las zonas más dañadas, y, en ningún caso en las áreas de seguridad, dondeúnicamente se puede proceder, con los permiso correspondientes, a la captura de ejemplares vivos con hurón y capillo.

Aunque el cereal es el cultivo más dañado por fauna cinegética, el conejo también roe la madera menos lignificada de vides y olivos jóvenes. En el caso de viñedos de nueva plantación, en proceso de formación, no habrá pérdidas de producción este año. Sin embargo, sí que habrá que contabilizar el coste de la reposición de las plantas que se hayan secado y de la realización, de nuevo, de los trabajos hechos durante este año, a lo que hay que añadir que estas vides retrasarán su inicio de producción. Esto puede suponer unas pérdidas aproximadas de 350 euros por hectárea con una estimación de daños de un 80 por ciento de la plantación.

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