Asaja-Toledo lamenta la insensibilidad de la confederación del Guadiana por el problema de los pozos

Remitido por Asaja-Toledo:

En dicho encuentro, celebrado el pasado 10 de mayo, se volvió a constatar la falta de sensibilidad de la Confederación del Guadiana ante el problema existente en la Mancha toledana, donde miles de agricultores, cuyo medio de vida es el cultivo de la vid, llevan una década esperando la legalización de unos pozos que la Administración amenaza con clausurar. Y todo esto en un año en que la sequía no sólo está poniendo en peligro la cosecha de las plantaciones vitícolas que no se rieguen, si no, además, la supervivencia de la planta o, como mal menor, que ésta quede afectada para los próximos años y baje su nivel productivo.

En la reunión del día 10, ASAJA de Toledo planteó varias propuestas para solucionar el problema, pero cada vez que el presidente de la Confederación abría la posibilidad de estudiar alguna de ellas, el Comisario de Aguas la cerraba obstinándose en no reconocer los derechos legítimos de los viticultores de mantener vivos sus cultivos.

ASAJA de Toledo recuerda a la Confederación que, en la Mancha, la viña es un cultivo social que genera puestos de trabajo y del que dependen directamente miles de familias y numerosos negocios de la zona, y no es admisible que, mientras sigue saliendo agua de nuestra región a otras de España, aquí, habiendo agua debajo de la tierra, no se pueda utilizar y tengamos como contrapartida sanciones económicas y amenazas de clausura de pozos. En este sentido, la Confederación parece no haberse enterado de que los pozos en litigio se abastecen de un acuífero, el 19, que no está sobre explotado. Por otro lado, el viñedo necesita un bajo aporte hídrico y los agricultores, por razones económicas obvias, son los primeros interesados en no regar más de lo necesario. En este sentido, y así se volvió a insistir en la reunión, con la obligatoria instalación de caudalímetros se puede limitar el consumo de agua y sancionar a quienes superen el máximo que se estableciera.

Así mismo, no se entiende que la Confederación del Tajo apruebe pozos y la del Guadiana se niegue a hacerlo cuando ambas dependen de la misma norma: la Ley de Aguas.

Esta organización reitera su predisposición a colaborar para solucionar el problema pero, después de numerosas reuniones con la Confederación y de promesas y compromisos incumplidos, los agricultores afectados no aceptan más dilaciones en este asunto, por lo que, de no haber una respuesta clara y rápida a nuestras demandas, se llevarán a cabo las acciones reivindicativas que nuestros afiliados demandan.

Antecedentes.- En 1996, en plena época de sequía, los agricultores de la Mancha toledana, viendo peligrar la supervivencia de sus viñas realizan pozos para salvar sus cultivos.

Aunque la normativa vigente en aquel momento en materia de agua prohibía realizar perforaciones si no estaban autorizadas por la Confederación, en el caso de que el consumo fuera inferior a los 7.000 metros cúbicos (la inmensa mayoría de los pozos hechos por los viticultores están por debajo de ese caudal) bastaba con una simple comunicación, siempre y cuando no estuvieran en acuíferos sobre explotados. El problema surge cuando una Resolución de la Confederación del Guadiana declara sobre explotado el acuífero 19, del que se nutren los pozos en litigio, situados en las comarcas toledanas de Lillo-Quintanar, Consuegra-Villacañas. La consecuencia fue que la Confederación abrió expedientes sancionadores contra los agricultores por la realización de pozos sin autorización. Desde 1996, ASAJA de Toledo viene luchando por encontrar una solución negociada al problema que pareció llegar cuando la Confederación derogó la resolución que declaraba sobre explotado el acuífero 19. Sin embargo, y a pesar del compromiso por parte del Ministerio de Medio Ambiente, y de la propia Confederación, de legalizar los pozos de menos de 7.000 metros cúbicos, el problema continúa sin resolverse.

Asaja-Toledo

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