Asaja ve con preocupación la orientación que está tomando la reforma

Con independencia del resultado final que se alcance en las negociaciones, el tira y afloja que mantienen, de una parte, el comisario europeo Franz Fischler, y de otra, los ministros del Agricultura de los Quince tiene ya una consecuencia clara y, en opinión de ASAJA, muy preocupante: a buen seguro la reforma que salga de esta negociación será de muy compleja aplicación y entrañará una gran carga burocrática para los agricultores y ganaderos europeos. Lejos de lograr la simplificación la PAC, el comisario de Agricultura va a conseguir entorpecer el funcionamiento general de las explotaciones y situar en el punto de mira la propia legitimación de la Política Agrícola Común.

Como se recoge en la última propuesta de compromiso presentada por la Comisión Europea a los Quince, con la nueva reforma se mantiene el sistema de ayudas vigente hasta ahora, al tiempo que se pone en marcha un nuevo sistema para aplicar el dasacoplamiento. A falta de decidir el porcentaje final que tendrá dicho desacoplamiento, los pagos desacoplados se deberán calcular en función de unos periodos históricos de referencia y estos pagos formarán parte de la ayuda que se completará a través del sistema actual.

Simultáneamente, la nueva reforma deberá regular también las transferencias o ventas que se puedan realizar entre titulares de las explotaciones de los derechos o bonos de pago, con la complejidad que esto supone.

Junto a esto, y para tener acceso a las ayudas PAC, el agricultor o ganadero deberá demostrar el cumplimiento de un sin fin de compromisos de índole medioambiental, laboral, sobre bienestar de los animales; sobre seguridad alimentaria, etc., con lo que se tendrá que convertir en un verdadero experto en tramitación y gestión de papeles si quiere tener acceso a esas ayudas.

Por otra parte, corremos el grave riesgo de que las Comunidades Autónomas, que en el caso español son las encargadas de la gestión y control de las ayudas, se vean desbordadas por la nueva situación ya que no solo tendrán que poner en marcha los nuevos sistemas sino también encargarse de su mantenimiento con unas garantías mínimas para el agricultor y ganadero.

Si el gran argumento del comisario Fischler para sacar adelante esta reforma era la simplificación de la PAC, una vez que se apruebe ésta lo único que se habrá conseguido es entorpecer el buen funcionamiento de las explotaciones agrarias y situar en el punto de mira de la sociedad la propia legitimidad de la PAC

Asaja

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