Ambas partes han coincidido en el peligro que conlleva la formación de patrullas de agricultores, no sólo por la integridad física de los vecinos sino también porque obstaculizan las investigaciones policiales.
Por ello, para colaborar en la extinción de los robos, los representantes agrarios se reunirán periódicamente con los capitanes de cada Comandancia de la Guardia Civil en las diferentes comarcas, donde se les facilitará toda la información necesaria que contribuya en las investigaciones.
Además, la Delegación del Gobierno se ha comprometido a aumentar e intensificar la vigilancia en los caminos rurales y promoverá jornadas de formación para agricultores y guardería rural de manera que no se ponga en riesgo la integridad de los propios agricultores.
ASAJA de Castilla-La Mancha ha trasladado a Máximo Díaz Cano el miedo de sus representados y confía en que pronto se solucione esta situación y los agricultores puedan vivir y trabajar con la más absoluta normalidad.
ASAJA Castilla-La Mancha