El responsable del Programa de Aguas de WWF España, Alberto Fernández, estimó que «sobran embalses y falta una mejor gestión». Además, auguró «una crisis ambiental» en caso de que no se lleven a cabo políticas relacionadas con la educación medioambiental o la correcta medición del agua, al mismo tiempo que lamentó que se estén «dejando de cumplir funciones de seguimiento, gestión y vigilancia del agua».
Por su parte, el responsable de la campaña de aguas de Greenpeace, Julio Barea, calificó de «políticas del siglo pasado» las iniciativas llevadas a cabo por el departamento que dirige Elena Espinosa, al considerar que se priman los regadíos y los embalses «cuando se ha demostrado que esto no sirve».
Según Barea, Medio Ambiente está llevando a cabo «una gestión pésima» al no luchar para erradicar «las irregularidades y la ilegalidad, ya que existen cerca de 500.000 pozos ilegales, así como la contaminación de las aguas y la sobreexplotación de los humedales».
Por último, la responsable de Amigos de la Tierra, Liliane Spendeler, señaló que el Gobierno «debería apostar en políticas donde el medio ambiente ocupe un lugar central, y esto se tendría que reflejar en los Presupuestos Generales del Estado». En este sentido, indicó que «los recursos económicos de otros ministerios deberían manejarse con sumo cuidado para no contravenir la preservación del entorno y contribuir a la mejora ambiental».
Europa Press