Resulta incomprensible que mientras que multitud de organismos internacionales propugnan una política expansiva en la producción de alimentos, la Unión Europea opte por potenciar el abandono de las producciones, imponiendo continuas penalizaciones a las mismas.
La Comisión Europea, esgrimiendo el argumento a todas luces falaz de «suprimir las restricciones que pesaban sobre los agricultores para ayudarles a responder a la creciente demanda de alimentos”, colocará en un corto periodo de tiempo a la población europea en una situación de dependencia en el abastecimiento de productos vegetales y animales (de hecho esto es ya así para la carne de vacuno).
Lo cierto es que las restricciones a la producción no solo no desaparecen, si no que se incrementan a una velocidad vertiginosa, dejando la entrada libre en nuestros mercados a los terceros países, con costes de producción sensiblemente inferiores. Bruselas ha perdido ya hasta el compromiso, aunque sea meramente moral, de defender los intereses de los ciudadanos de la UE en el seno de las negociaciones de la OMC, poniendo incluso en peligro hasta el principio de autoabastecimiento en alimentos esenciales para la población, contemplado en el Tratado de la Unión Europea.
Los sectores ganaderos y, especialmente el vacuno de carne español, están literalmente en quiebra técnica, algo que no parece preocupar en absoluto a la comisaria Mariann Fischer, quien justifica esta nueva revisión de la PAC –no iba a ser menos que sus antecesores en el cargo- en la necesidad de » simplificar, racionalizar y modernizar la PAC y dotar a nuestros agricultores de las herramientas necesarias para hacer frente a los nuevos desafíos, como el cambio climático, la gestión del agua y la protección de la biodiversidad». Pues bien, desde ASOPROVAC recomendamos a la comisaria que haga blanco de sus gestiones y discursos a los productores de terceros países, ya que en Europa, en breve, no quedarán ganaderos, ni siquiera para realizar la función de “jardineros”, que es a lo que pretende avocarnos la PAC.
ASOPROVAC solicita, una vez más, a los responsables políticos de la UE que dejen de trabajar en contra de la ganadería europea, maquinando complejas – e innecesarias muchas veces- normativas que se suceden en interminables reformas que nadie ha solicitado y que lo único que pretenden es justificar su propia presencia en las instituciones públicas comunitarias. Les rogamos que, en lugar de ello, analicen seriamente los factores que restan competitividad a las producciones europeas y establezcan las medidas correctivas necesarias para permitir su pervivencia en un entorno cada vez más globalizado.
ASOPROVAC