Martín, a preguntas de los periodistas en una rueda de prensa ofrecida en Oviedo, señaló que a primera hora de esta mañana habló con la Dirección General de Ganadería, y que se han adoptado todas las medidas necesarias en este tipo de casos. «Lo peor que podría pasar es que se crease alarma sobre este asunto», dijo, en referencia al momento delicado que atraviesa el sector.
El animal en cuestión nació en 1999, cuando aún no se habían establecido los controles rigurosos que se dieron a partir del año 2000. «Es posible que de forma anecdótica y aislada se detecten casos en Asturias, en España y en Europa, pero se trata de los últimos coletazos de ese mal», señaló Martín.
El titular de Medio Rural y Pesca hizo un llamamiento a la tranquilidad y aseguró que la detección de estos casos en matadero es «eficaz» por lo que no existe «ningún tipo de riesgo».
La muestra que sirvió de base para el diagnóstico procede de una vaca de casi 11 años (fecha de nacimiento: 30 de abril de 1999), de raza frisona, nacida en la propia explotación y que se sacrificó en matadero el pasado 9 de febrero sin presentar sintomatología clínica previa.
El muestreo se realizó siguiendo el programa de vigilancia frente a esta enfermedad, establecido para España, que prevé la toma de muestras de animales destinados a consumo de más de 48 meses de edad.
La muestra fue enviada para su análisis al Laboratorio de Sanidad Animal de Jove, donde el 10 de febrero se confirma el positivo a pruebas rápidas (Bio-Rad). Tras la obtención de este positivo, la muestra fue enviada al Laboratorio Nacional de Veterinaria de Algete (Madrid), donde el día 19 de febrero confirmaron el resultado por otros dos métodos (Western Blot e inmunohistoquímica).
Ese mismo día, el Laboratorio Nacional de Referencia para las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EET) confirmó a la Consejería de Medio Rural y Pesca el caso positivo de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB). La confirmación de positividad implicó el decomiso y posterior destrucción de la canal y los órganos asociados.
La explotación de procedencia del animal es una explotación lechera del concejo de Gozón que contaba con 43 animales en el momento de su detección. Se adoptaron en la explotación todas las medidas de control establecidas en el programa, que incluyeron su inmovilización y estudio epidemiológico para realizar el sacrificio selectivo y destrucción de la cohorte (animales que pudieran haber estado sometidos al mismo factor de riesgo y descendientes).
En este caso, solamente se ordenó el sacrificio de una ternera de la res diagnosticada positiva. El foco fue declarado extinguido el 17 de marzo y se está procediendo a tramitar las correspondientes indemnizaciones de los dos animales, que asciende a un total de 1.034 euros.
Europa Press