El consumo alimentario en España en el primer semestre de 2000 aumentó un 1% en hogares y un 2 % en hostelería y restauración. El gasto en este mismo periodo experimentó un considerable aumento que alcanzó un 5’5% en hogares y un 13’6% en hostelería y restauración. Consumo en hogares El análisis de las compras en hogares ofrece variaciones interesantes entre las que destaca el fuerte aumento de las frutas frescas, que crecieron en un 12’5%, tras el descenso experimentado en 1999. El resto del grupo de productos con incrementos significativos lo componen: la bollería y pastelería con un 11’9%, los platos preparados con un 7’8% y las hortalizas frescas con un 5’9%. En cuanto a los epígrafes que han registrado descensos destacan las pastas con un -8’2%, los vinos de calidad con un -9’6% y las patatas frescas con un -10’6% ( conviene precisar que las patatas procesadas aumentaron un 9’2%). También disminuyó el consumo de leche un -5’4%, el de legumbres otro -5’4%, el de arroz un -5’6% y por último el de aceite de oliva un -7%. En el caso del aceite de oliva, se ha observado en anteriores ocasiones que este producto es muy sensible al precio y de hecho, se observa que a partir del mes de junio -fecha en la que se produjo una bajada en el precio- el consumo de aceite de oliva no solo se recupera, sino que muestra un aumento del 14’6%, con respecto al mes de junio de 1999. Hostelería y restauración El comportamiento del consumo en hostelería y restauración guarda algunas similitudes con el consumo en hogares como es el fuerte incremento en las frutas frescas (el 13’4%), en las hortalizas frescas (el 6’4%) y en los platos preparados (el 35’5%). Aunque también muestra diferencias como el mantenimiento del consumo de vinos de calidad, que incluso aumentan en un 2’3% y el importante aumento del 11’7% en productos de la pesca.
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