Más del 20% de las importaciones gallegas de madera para aserrío provienen de la Amazonía Brasileña, una región azotada por importantes tasas de deforestación. Dado que el mismo Gobierno brasileño reconoce que el 80% de las extracciones de madera en la Amazonía son ilegales, el sector gallego de aserrío y de primera transformación (molduras, parquet), así como el consumidor gallego de madera tropical, tienen una importante responsabilidad a la hora de cambiar esta situación.
Los datos recientes sobre deforestación, hechos públicos por el Ministerio de Medio Ambiente Brasileño, muestran que continua la destrucción incontrolada de la selva amazónica con una tasa alarmante: desde agosto de 1999 a agosto de 2000, la deforestación aumentó un 15%. Según el INPE (Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil), que realiza el seguimiento mediante satélites, el área total deforestada anualmente equivale a 19.836 km2 – el equivalente a 4 millones de campos de fútbol – en comparación con los 17.259 km2 deforestados entre agosto de 1998 y el mismo mes de 1999.
"Las nuevas cifras muestran claramente que los esfuerzos realizados por el Gobierno brasileño no han detenido, ni siquiera aminorado, la deforestación de la Amazonía. Por esta razón, urge que los países consumidores tomen conciencia del problema. El consumo gallego de madera tropical amazónica representa un factor clave para la lucha contra la deforestación en Brasil. La industria de transformación de esta región y el consumo interno de maderas como pao amarello, jatoba o caoba no pueden permanecer al margen del problema", declara Miguel Angel Soto responsable de la Campaña de Bosques de Greenpeace España.
Según datos de la Asociación Española de Importadores de Madera (AEIM) las importaciones españolas de madera tropical amazónica aumentan considerablemente desde hace años. De los 95.560 metros cúbicos importados en 1998, por valor de 4.913 millones de pesetas, hemos pasado a los 109.058 metros cúbicos importados en el año 2000 (un 12,3% más que hace dos años), por un valor de 5.873 millones de pesetas.
Al mismo tiempo que la deforestación aumenta, las explotaciones forestales gestionadas de forma sostenible, bajo el sistema de certificación forestal conocido por las siglas FSC (siglas en inglés del Consejo de Administración Forestal (1)), también aumentan. A las primeras 50.000 hectáreas de la empresa Mil Madereiras certificadas bajo el sistema FSC, se han unido en los últimos meses las 140.000 hectáreas certificadas de la empresa Cikel Brasil Verde S.A.. También, la empresa Gethal Amazonas S.A. ha recibido el certificado para la fabricación de contrachapados bajo el sello FSC. De esta manera, se prueba que es posible explotar la selva amazónica sin destruirla.
"Mientras que la madera con el logo FSC garantiza al consumidor y a la industria que la madera que consume y transforma procede de una gestión adecuada desde el punto de vista social, ambiental y económico, las compras de madera tropical sin garantías apoyan las cortas ilegales y la devastación del ecosistema amazónico, al tiempo que están robando dinero de los ciudadanos brasileños. La sociedad gallega puede ya, al día de hoy, decidir si quiere seguir colaborando con la situación, comprando destrucción, o empezar a comerciar y consumir madera FSC", añadió Soto.
Greenpeace