Los últimos censos llevados a cabo por técnicos de la Consejería de Medio Ambiente confirman la recuperación de las poblaciones de buitre negro (Aegypius monachus) en Andalucía gracias al programa impulsado por la Junta. Las 230 parejas censadas corroboran la tendencia al alza iniciada de las poblaciones de esta ave carroñera entre 1998 y 2005. Frente a las 230 parejas censadas por los técnicos, al menos 201 tuvieron puesta.
Sierra Pelada (Huelva) continúa siendo el núcleo más numeroso en Andalucía, con 84 parejas censadas y, al menos 75 iniciaron la incubación (lo que supone un 37% de las parejas andaluzas) y la certificación de la primera puesta de huevos conocida en un paraje de esta serranía donde no se tenía constancia hasta la fecha de que ninguna pareja hubiese puesto huevos. En la Sierra de Andujar se censaron 61 parejas, de las cuales 59 tuvieron éxito en la cría. Igualmente se ha certificado el primer caso de reproducción conocido en un punto de esta serranía.
La Sierra de Hornachuelos es otro de los puntos de importancia para la esta especie. Los últimos datos cifran su población en 43 parejas censadas y 35 reproductoras (19% del total de Andalucía). En el núcleo de la Sierra Norte de Sevilla se censaron 41 parejas, 32 reproductoras (16% del total de Andalucía). Aparentemente, la población en esta zona se ha estabilizado después de mantener una tendencia al alza iniciada desde 1998. Igual que en Sierra Pelada, también se ha constatado una primera puesta conocida en el entorno del parque.
Éxito reproductor
Se estima que en 2005 volaron entre 130 y 132 pollos de buitre negro en Andalucía, frente a los 119-123 de 2002 y los 97-105 en 2003. El éxito reproductor, que indica el porcentaje anual de parejas con puesta que dan lugar a pollos volantones había mostrado valores muy bajos en 2003 y 2004. Sin embargo, 2005 se considera una buena temporada de cría pues se ha incrementado el número de pollos que han salido adelante. Pese a todo, Sierra Norte y Hornachuelos siguen presentando valores de mortalidad altos.
El envenenamiento con plaguicidas es la primera causa conocida de mortalidad del buitre negro en Andalucía. Por incidir en las aves nidificantes es el factor al que se le atribuye la pérdida de parejas en Hornachuelos, a las fluctuaciones de los núcleos de Sierra Pelada y Andujar. El uso ilegal de venenos provoca efectos directos sobre la reproducción, pues ocasiona la muerte de ejemplares que ya ha iniciado tareas reproductoras, así como de pollos que son cebados por progenitores envenenados. Los efectos indirectos provocan que, tras la muerte de un ejemplar, el superviviente se empareje con otros buitres que aún no han alcanzado la madurez, por lo que disminuye el éxito en la cría.
Junta Andalucía