La producción integrada en Andalucía se ha incrementado en los últimos cuatro años en un 200%, pasando de 117.000 toneladas a las 353.000 de la actualidad. Igualmente la superficie ha crecido un 280%, pasando de 12.502 a casi 48.000 hectáreas. Estos datos, recogidos en un informe realizado por la Consejería de Agricultura y Pesca, revelan la importancia de estas producciones que se caracterizan por el empleo de prácticas agrarias que minimizan el impacto ambiental, uno de los objetivos del Plan de Modernización de la Agricultura Andaluza.
Las producciones integradas y la agricultura ecológica suponen nuevas oportunidades para el sector agrario andaluz. Las nuevas demandas sociales sobre calidad y seguridad alimentaria, el nuevo diseño y orientación de las políticas comunitarias y la globalización de la economía, entre otros aspectos, están convirtiendo estas técnicas agrarias en un valor en alza.
En Andalucía, una de las comunidades líder en este tipo de prácticas agrícolas, existen producciones de fresa, tomate, calabacín, arroz, olivar, cítricos, melocotonero, melón, sandía, pepino, pimiento, berenjena y judía. En la campaña 2000/01, destacan las producciones de arroz (145.000 toneladas) y fresa (121.400 toneladas). Precisamente, estas fueron las primeras producciones integradas que se desarrollaron en Andalucía, a las que les han seguido otras como olivar, cítricos, y hortícolas bajo abrigo.
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En concreto, la superficie integrada de fresa se ha multiplicado por siete. Respecto a las otras, en los dos últimos años se ha consolidado una superficie de 22.000 hectáreas de olivar, 2.000 de cítricos, y 3.500 de melocotonero.
La producción integrada se define como un sistema de producción de alimentos de alta calidad, a través de métodos sostenibles que sean respetuosos con el medio ambiente, mantengan la rentabilidad de las explotaciones y contemplen las nuevas demandas sociales en relación con las funciones de la agricultura.
Marca de garantía
Para distinguir estas producciones, existe un distintivo que garantiza que han cumplido las exigencias de los correspondientes reglamentos. Para ello, previamente, las asociaciones de agricultores tienen que constituirse en Agrupaciones de Producción Integrada (Apis) y contratar un técnico formado en los cursos de producción integrada que exige la normativa.
Para poder usar este distintivo de marca de garantía, las asociaciones correspondientes necesitan una autorización. Según el registro que existe en la Consejería de Agricultura y Pesca, en la actualidad hay 165 agrupaciones frente a las 47 iniciales. Estas asociaciones se distribuyen entre las producciones de fresa (63 Apis), hortícolas (15), cítricos (16), olivar (10), melocotonero (25), y arroz (36).
La Consejería impulsa estas técnicas de producción suscribiendo convenios anuales, con las asociaciones de productores, que permiten la realización de planes de actuación como establece el reglamento de estas producciones. En la presente campaña, la Consejería ha firmado la renovación de quince de estos convenios, que suponen una inversión total de 354,4 millones de pesetas, de los cuales 174,9 millones (40% de la inversión) corresponden a subvenciones de las administraciones comunitaria, estatal, y autonómica. Actualmente, se están estudiando nuevos reglamentos específicos para producir algodón, viña, zanahoria, patata y almendro.
Junta de Andalucía