Para su presidente, Cristóbal Aguado, el borrador que el Gobierno ha defendido y que próximamente será consensuado con la autonomías productoras “margina y maltrata a casi el 60% de citricultores por lo que sus resultados ni siquiera se acercarán al objetivo perseguido”, esto es, ampliar la oferta citrícola para adaptarla mejor al mercado. Aguado reitera que, de no mediar un cambio de actitud de última hora, “la ineptitud de algunos burócratas logrará transformar lo que era una buena idea y un buen proyecto en algo ineficaz que sólo contribuirá a crispar aún más a los citricultores”
Efectivamente y como ya denunció AVA-ASAJA hace dos meses refiriéndose al primer borrador, el decreto mantiene la exigencia a los productores ‘libres’ de comprometerse por escrito a vender toda su cosecha a un operador concreto durante las tres campañas posteriores a la inversión que se vaya a subvencionar. Para Aguado tal requisito “es una discriminación que va en contra del libre mercado porque sitúa al productor en situación de debilidad frente a los comercios al negarle la posibilidad de negociar un precio”. Asimismo, el líder agrario lamenta que para “ganar una ayuda se tenga que renunciar antes al mercado” e incluso advierte que la medida podría “fomentar la venta a resultas (sin precio para el productor) que precísamente ha conducido al sector a la peor crisis de su historia”.
El decreto concreta la aportación estatal en el 15% de la inversión subvencionada y permite ampliar este porcentaje cinco puntos, si se trata de un agricultor profesional y otros tantos más si la explotación beneficiaria se encuentra en una zona calificada como desfavorecida así como si el solicitante es un citricultor joven (menos de 40 años). La financiación a cargo del Ejecutivo central quedaría pues situada en un máximo del 30%. La Generalitat, según lo aclarado el pasado viernes, aportaría el mismo porcentaje y contribuiría pues a financiar hasta un 60% de la reconversión, pero en la inmensa mayoría de los casos la financiación se quedará en el 30%. Atendiendo a estos porcentajes parece claro que el plan, lejos de lo anunciado en un primer momento, no pondrá compensar a los productores por los años de merma de la cosecha que tendrán que asumir por el cambio varietal. La cortedad de las ayudas tampoco contribuirá a paliar la crítica situación que vive el mercado de plantones cuyas cifras en 2007 se redujeron a mínimos históricos de sólo 2,17 millones de unidades, por las 4,3 millones de 2006.
AVA-ASAJA se opone igualmente a que el decreto deje fuera a aquellos campos que se hayan descuidado a causa de la pérdida de rentabilidad del cultivo porque “con variedades nuevas y modernas podrían adaptarse al mercado y seguir contribuyendo al mantenimiento del paisaje y del medioambiente”, advierte Aguado.
Por todo lo cual, el presidente de AVA-ASAJA reclama al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural que “en lugar de poner trabas con requisitos redactados con mala fe para reducir el número de beneficiarios, reflexione y tenga en consideración la opinión de la inmensa mayoría del sector”.
AVA ASAJA