Según informó la organización agraria en un comunicado, los precios en el campo se han hundido hasta los 0,5 euros por kilo, lo que supone un 33% por debajo del umbral de rentabilidad, que se sitúa en líneas generales a partir de los 0,75 euros por kilo.
AVA-Asaja añadió que la mayor cosecha de esta campaña, –un 46% si se compara con la media de los cinco últimos años– y las «masivas importaciones procedentes de Estados Unidos», han agravado la crisis de rentabilidad del agricultor valenciano.
El presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, destacó que «parece que al mercado poco o nada le importa la diferencia de calidad y
sabor que dista entre las almendras californianas, con costes de producción mucho menores, y la almendra autóctona que cobra fama mundial a través de nuestros turrones y postres».
La organización indicó que grandes cadenas de distribución «ponen a la venta almendra de cáscara hasta los 4,69 euros por kilo, lo que supone multiplicar el precio del productor al consumidor por 9,38» y añadió que ha detectado «numerosos errores en el etiquetado según los cuales se vende como Marcona -variedad autóctona de primera calidad- otras variedades foráneas de peores condiciones organolépticas».
«Algo está fallando cuando el productor de almendra se está arruinando y el consumidor sigue pagando igual o más», denunció Aguado, quien consideró que las administraciones «deben impulsar una Ley de Comercio que aporte transparencia en la cadena agroalimentaria para evitar abusos de la gran distribución como los detectados en las últimas semanas».
Por otra parte, la organización agraria denunció que en «muchas ocasiones» las partidas importadas de almendra de países no comunitarios «no reúnen los requisitos de calidad y, sobre todo, de trazabilidad que se le exigen a la producción local».
Europa Press