Las comarcas con mayor incidencia delictiva son La Safor, La Ribera, Camp de Morvedre y L’Horta. “La inseguridad en el medio rural se ha convertido en una lacra social”, denuncia el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado: “Los agricultores se sienten impotentes ante tanta impunidad y muchos ya no denuncian co mo antes porque desconfían de la justicia y creen que sólo sirve para perder el tiempo”.
La organización agraria reitera que es necesario endurecer el Código Penal para que estos hurtos dejen de tener la consideración de faltas y sean catalogados como delitos. Ade más, exige a las administraciones que refuercen la vigilancia en las explotaciones y los cen tros de venta de mercancía robada (chatarrerías y almacenes) así como de consumo de fruta (mercados, bares y cafeterías).
En este sentido, AVA-ASAJA reclama a la Delegación del Gobierno que cumpla el acuerdo adoptado en la última Junta de Seguridad en el Ámbito Rural y establezca la obliga toriedad del uso de la Guía-conduce a nivel autonómico. Este documento, que se emplea en algunos ayuntamientos como Alzira y que ya se aplicó bajo mandato del entonces delegado Carlos González Cepeda (1996-2000), permite dar a conocer a las autoridades quién ha pro porcionado la fruta a los intermediarios, la procedencia de la misma, así como proceder a su decomiso cuando no se pueda justificar su origen. Otra medida aprobada en dicha Junta y que no ha ejecutado todavía la Delegación es facilitar los trámites a través de los Consejos Agrarios para que las denuncias sean remitidas con rapidez a la Guardia Civil.
Los dos últimos robos de fruta denunciados a esta organización se han producido la semana pasada en Tavernes de la Valldigna y superan los 10.000 kg de cosecha.
AVA-ASAJA