Ante el inicio de la campaña citrícola, la organización agraria alerta sobre la proliferación de pequeños comercios que, aprovechando la crisis de rentabilidad por la que atraviesa el sector, usan a corredores de confianza de la zona para ofrecer buenos precios a sabiendas de que no pagarán por la cosecha adquirida. El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, lamenta que “pese a la gran cantidad de denuncias presentadas, en ocasiones, es la descoordinación de la Justicia la que facilita que estos estafadores continúen engañando durante años”.
Especialmente significativas resultan a este respecto las diligencias abiertas por la que podría ser la mayor estafa citrícola de la historia, con un agujero de al menos seis millones de euros y con centenares de agricultores -incluso procedentes de otras autonomías- afectados. El caso está vinculado con la actividad de un ciudadano hoy acusado de un delito de estafa continuada desarrollado fundamentalmente en la comarca de La Safor.
La falta de criterio de la Fiscalía o de la propia Judicatura para determinar qué juzgado debía aglutinar el caso ha provocado que éste haya ‘rebotado’ por hasta tres sedes judiciales, la de Alzira, Catarroja y Sueca. Por otro lado, las peticiones de prisión preventiva de esta organización agraria han caído en saco roto porque, según uno de los juzgados que ha abierto diligencias, “el acusado ha acudido a todas las citaciones y no hay riesgo de fuga”.
AVA-ASAJA exige por todo ello a la Justicia que unifique su criterio acerca de la competencia territorial para evitar que cuestiones procesales acaben por dilatar innecesariamente casos tan “flagrantes” como el descrito. De igual manera, recomienda a los agricultores que, más allá del corredor con el que pacten la operación de venta de sus cítricos, reparen en la identidad del comercio comprador y que, en caso de no disponer de suficientes referencias sobre éste, consulten a los servicios jurídicos de esta organización agraria.res.
AVA-ASAJA