“La improvisación y el retraso del Gobierno a la hora de concretar las medidas de la nueva OCM del Vino está agravando la caída del consumo y de la demanda de vino que se sufre a causa de la crisis económica”, denuncia el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, quien además advierte que el retraso forzado en abordar tales trabajos “provocará nuevas pérdidas en cantidad y calidad de la cosecha”.
Efectivamente, según estima la organización agraria, a estas alturas de la campaña los productores de la comarca de interior valenciana sólo han podido colocar en torno al 15% de la cosecha cuando en las mismas fechas de la pasada temporada ya se había vendido alrededor del 50%. La falta de ingresos por parte de los viticultores se está viendo alimentada, además, por el retraso en la concreción del paquete de medidas del programa de apoyo al sector vinícola vinculado a la nueva OCM del vino que, cuatro meses más tarde de iniciarse la vendimia, aún no han sido aprobadas. Un hecho que también está facilitando la parálisis en las compras en origen de bodegas y cooperativas, que no sólo sufren la falta de demanda sino que además no pueden planificar la campaña por la incertidumbre que aún rodea a medidas como la destilación de uso de boca y que ven como su cuota de mercado está siendo ocupada por los caldos de otras procedencias, como los italianos o franceses.
En estas fechas los viticultores deben afrontar los gastos derivados tanto de la poda como del llamado ‘abonado de fondo’, que supone la fertilización con materia orgánica o mineral. Retrasar ambas labores no sólo podría encarecer el proceso sino que también supondría provocar mermas en la calidad futura de las vides. Pero difícilmente un productor se va a decidir a afrontar tales inversiones si, por ejemplo, aún no sabe si sus explotaciones han sido beneficiadas o no de las primas para el arranque voluntario de vides. Conviene recordar a este respecto que desde la Comunitat se cursaron casi 3.000 solicitudes de arranque y que sólo 1.434 fueron atendidas. Sin embargo, aún no se han publicado las resoluciones identificando a los beneficiarios de tales primas.
Tampoco contribuye en nada a que los viticultores se decidan a iniciar la poda o el abonado el hecho de que todavía no se conozca qué será de los planes de reconversión o reestructuración de los viñedos, cuya partida el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural parece estar abocado a reducir para así obtener fondos para la destilación de uso de boca. “Los productores no sólo sufren el parón en las compras sino que además se ven perjudicados por la incertidumbre que el Gobierno está generando en los mercados y en el campo en torno a la gestión de la nueva OCM de Vino, que ya advertimos que en poco podría contribuir a aliviar situaciones de dificultad”, concluye Aguado.
AVA-ASAJA