AVA-ASAJA denuncia que la “nefasta gestión” del comercio y distribución hunde la campaña citrícola

La actual campaña citrícola ha entrado en una fase de crisis profunda caracterizada por los precios de miseria y la atonía comercial. El rumbo de la actual campaña comenzó a torcerse cuando el comercio optó por remitir fruta a los mercados de forma precipitada y prematura. Así, los puntos de venta se vieron inundados con variedades extratempranas de mandarina que aún no presentaba la madurez indispensable para su comercialización. El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado, explica que “la relación calidad/precio que se ofreció no era la adecuada. El consumidor pagó por una calidad que no obtuvo. Personal de nuestra organización visitó diversos puntos de venta y pudo comprobar que el público se decantaba de manera clara y mayoritaria por la fruta de otras procedencias debido a esa falta de condición. Esto es algo inaudito y una vergüenza cuyas consecuencias estamos pagando muy caras. Se ha destruido la imagen de nuestros cítricos y se han perdido clientes”.

Por tanto, la causa principal que explica lo sucedido se encuentra, en opinión del presidente de esta organización agraria, Cristóbal Aguado, “en las nefastas prácticas comerciales que han estado llevando a cabo los operadores comerciales y la gran distribución. Unos y otros han puesto en el mercado fruta que todavía no reunía los requisitos necesarios, que estaba verde y que, obviamente, ha defraudado las expectativas del público. Se trata, sin duda, de una actitud indecente e irresponsable y lo peor de todo es que tenemos la impresión de que se ha actuado de mala fe porque el resultado es que los precios se han hundido y el caos y el desconcierto han vuelto a instalarse en la citricultura. Ya sabemos que cuando se crean este tipo de condiciones son siempre los agricultores quienes salen perdiendo”.

Así, la decepción creada entre los consumidores por esa mercancía enviada prematuramente todavía perdura y está dejando sentir sus efectos sobre las variedades mayoritarias que ya han entrado en producción y a las que el público, escarmentado con los precedentes, está dando la espalda. Todo ello se traduce en la actual fase de atonía comercial, en el hundimiento generalizado de las cotizaciones y en la creciente proliferación de las ventas “a resultas” (sin precio previo pactado).

En efecto, según un estudio realizado por los servicios técnicos de AVA-ASAJA las tres variedades de mayor importancia e implantación –clemenules, navelina y clemenvilla– sufren un descenso de las cotizaciones respecto al pasado ejercicio del 35%, del 30% y del 10%, respectivamente (ver cuadros adjuntos). Asimismo, el informe revela que cuando apenas se han cumplido tres meses desde el inicio de la temporada naranjera los citricultores acumulan ya unas pérdidas de 15,6 millones de euros. El referido cálculo está basado en los costes de producción que afronta cada una de las variedades de cítricos con las que se está operando en estos momentos y los precios que se están pagando por las mismas. Los números obtenidos ilustran a la perfección sobre las dimensiones del desastre en el que se ha convertido la presente campaña citrícola. “Algunos se están lucrando a costa de engañar al agricultor y al consumidor”, sentencia Aguado.

El presidente de AVA-ASAJA reprocha también “a todas las administraciones que no hayan sabido estar a la altura de las circunstancias impidiendo que llegase a los mercados mercancía sin la calidad mínima e indispensable. Las administraciones conocen de sobra los problemas de fondo de la cadena agroalimentaria y su obligación es velar por la adecuada condición de la fruta que llega a los mercados, pero no hacen ni una cosa ni la otra y siguen mirando hacia otro lado. Tienen que actuar de una vez por todas porque hemos llegado a una situación límite que cada vez se traduce en más campos abandonados, más ruina y más miseria”.

Además, el presidente de AVA-ASAJA critica “la inmadurez colectiva de un sector o más concretamente de algunos elementos de ese sector, que no han sabido o, sencillamente, no han querido aprovechar ni la existencia del contrato de compraventa que se ha puesto en marcha este año ni un volumen de producción que era perfectamente asumible por el mercado a precios razonables para todos siempre y cuando se hubiese actuado con profesionalidad y honradez. El caso es que la campaña está hundida y esto es solo un aperitivo de lo que se nos puede venir encima porque remontar el vuelo va a ser muy complicado”.

AVA-ASAJA

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