El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado, advirtió a la clase política que el sector agrario «no va a regalar los votos a nadie», en alusión a temas tan importantes como el Plan Hidrológico Nacional (PHN), la reforma del Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social (REASS) o el contrato de compra-venta a precio y sin IVA incluido, añadiendo que «quien quiera los votos de los agricultores, los tendrá que ganar».
Aguado hizo estas declaraciones en la VI Jornada de Mujer Rural de AVA celebrada en la Sala Rex de Alzira, Jornada que se enmarca dentro de los actos del 25 Aniversario de la organización agraria, en la que se abordó el tema de la «Seguridad alimentaria, calidad y consumidores».
Ante más de 1.500 mujeres, el presidente de AVA reivindicó el papel protagonista de la mujer rural en el campo valenciano y exigió el compromiso de todas ellas, como vertebradoras de la unidad familiar, para afrontar los grandes retos del futuro. «Como titulares de explotaciones agrarias que sois muchas de vosotras, sabéis cómo está la situación actual en el campo valenciano. Tenemos muchos problemas, tenemos que luchar para que se aprueben normativas que den viabilidad y competitividad a nuestras producciones, así como jubilaciones dignas, tenemos que luchar por el necesario relevo generacional. Todo ello implica compromiso, el de todas las familias del campo valenciano, el de todas vosotras».
La clausura del acto corrió a cargo de la consellera de Agricultura, Mª Àngels Ramón-Llin, quien, además de resaltar la importante función desarrollada por las mujeres en el medio rural, centró su intervención en destacar las necesidades hídricas del campo valenciano, así como en defender la ejecución efectiva del PHN. «Nunca se podía esperar un trasvase y estar de brazos cruzados, como sí hacen en otras regiones. La Comunidad Valenciana ha sido la primera región española en ahorro de agua desde 1995», quien además añadió que no existe un cruce entre políticos sino una situaciones claras y otras ambiguas.
La presidenta de la sectorial de Mujeres de AVA-ASAJA, Marián Corbí, incidió en el hecho de que «la sociedad actual no pide cantidad sino calidad y seguridad». Por ello, prosiguió, «la función de los agricultores no pasa sólo por alimentar a las personas y cuidar el paisaje sino por producir sano, diversificado y con calidad. En ese sentido, las mujeres y los hombres del campo nos estamos adecuando a las exigencias de los consumidores y somos conscientes de que productores, empresarios, consumidores y Administración debemos trabajar conjuntamente», concluyó.
Por su parte, la Dra. del Hospital Universitario La Fe, Mª Ángeles Matoses, en su intervención «Salud y Seguridad Alimentaria» definió a la mujer rural como «una mujer muy especial que aglutina todo el saber de la práctica del trabajo en el campo, lleva las riendas domésticas y, además de productora, es la consumidora, la que selecciona los alimentos que finalmente consumirá toda su familia. Ahí radica el gran poder de la mujer rural».
Así mismo, Matoses destacó la especial atención que debe tener el consumidor en la higiene, manipulación y conservación de los alimentos a fin de evitar posibles intoxicaciones. En cuanto a la propia alimentación, recomendó la elección de una dieta saludable, como la mediterránea, que ha de ser suficiente, variada, equilibrada y segura.
La presidenta de las Amas de Casa-Tyrius, Asunción Francés, tras reconocer que la Comunidad Valenciana es uno de los espacios alimentarios más competitivos y seguros del mundo, apuntó que también en este ámbito es donde más inquietudes se han desatado en los últimos años. «Los consumidores cada vez más sensibilizados, preparados e informados muestran una preocupación y un interés creciente por conocer la naturaleza y las características de sus alimentos y bebidas, sus condiciones de obtención, fabricación, manipulación y puestas en el mercado».
En ese sentido, señaló que los consumidores ya no esperan sólo que los alimentos, dentro de una dieta equilibrada, les procuren un correcto bienestar físico y psíquico, sino que exigen que éstos sean seguros y no les causen daño a ellos ni al medio ambiente. «En consecuencia, a los ciudadanos de esta Comunidad desarrollada nos corresponde pedir y exigir que en alimentación, una faceta tan básica y universal, los riesgos sean minimizados al máximo y que por encima de otro interés legítimo sea la salud y la seguridad la que oriente la actividad de todos los sectores que intervienen en la alimentación», detalló.
El presidente de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (AVACU) destacó la necesidad de que consumidor y agricultor caminen de la mano, especialmente, «en un momento en que la preocupación en la seguridad alimentaria está efectivamente globalizada». Así mismo, quiso resaltar el nuevo papel desempeñado por las asociaciones de consumidores puesto que «a diferencia de hace 20 años, ahora sí tenemos voz y voto, ahora tenemos una participación activa ante los poderes públicos y ante las entidades responsables de la seguridad alimentaria».
Ava