En un comunicado, el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, manifestó que estas «consecuencias indeseables pueden agravarse aún más si las compañías distribuidoras continúan profundizando en esa misma línea, tal como han manifestado los responsables de algunos de estos establecimientos.
Aguado afirmó que los agricultores «no quieren seguir siendo los grandes perjudicados y los grandes perdedores de la agresiva política de rebajas de precios que viene aplicando la gran distribución agroalimentaria». Este tipo de empresas «no puede seguir utilizando su posición de dominio para abusar de los productores, pues es el sector primario el que se lleva la peor parte».
«Nos alegramos de que el consumidor pueda comprar los alimentos a precios más económicos, pero exigimos que el sacrificio que ello implica se reparta de forma mucho más equilibrada que hasta ahora, entre todos los agentes que intervienen en el proceso comercial y no se haga solamente a costa de los agricultores», manifestó el presidente de AVA-Asaja.
En este sentido, Aguado señaló que «la rentabilidad de los productores ya se encuentra en una situación límite, por lo que cualquier intento de incrementar la presión para seguir reduciendo las cotizaciones y, en consecuencia, los precios de venta, conducirá a los agricultores a la ruina».
El presidente de AVA-Asaja alertó que si «la distribución continúa tensando la cuerda, ésta terminará por romperse y el resultado no le va gustar a nadie porque se perderán miles de puestos de trabajo, habrá que buscar el abastecimiento en otros países y, al final, los precios de los alimentos pueden dispararse».
Además, consideró que «una prueba inequívoca del nivel de alarma que toda esta coyuntura empieza a generar es el hecho de que en las más altas instancias de la Unión Europea (UE) se ha abierto un intenso debate sobre la situación de la cadena agroalimentaria».
Así, países como Francia y Gran Bretaña han comenzado a legislar sobre la materia con el objetivo de que las relaciones dentro de la citada estructura sean «más equilibradas», explicó Aguado, quien añadió que «los últimos dictámenes de carácter técnico elaborados en Bruselas reconocen y denuncian la posición de dominio que ocupa la gran distribución, así como las consecuencias nefastas que esta circunstancia reporta a las empresas agrarias».
Europa Press