De aprovecharse la disposición que ahora habilita el ‘chequeo médico’ de la PAC se atendería el clamor unánime ya existente entre citricultores y cooperativas, que ya han reclamado formalmente al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural que no mantenga en la próxima campaña la obligatoriedad de remitir a la industria unas cantidades mínimas de naranjas o mandarinas.
En lo demás, la reforma pactada supone la consolidación de la política de recortes de los fondos estrictamente agrícolas y la nacionalización de la propia PAC que quedaría casi desmantelada. “Una vez más los funcionarios de Bruselas, por muchos y costosos informes que hayan encargado, no han sabido dibujar cuál es el panorama agrícola que tiene Europa y que necesita para el futuro”, advierte el líder de AVA-ASAJA.
No obstante, la organización agraria matiza que el aumento de la modulación decidido (trasvase de fondos agrarios a los de desarrollo rural) tendrá un impacto menor puesto que la detracción fijada se aplicará a los perceptores de ayudas superiores a los 5.000 euros, cosa que cumplen pocos agricultores valencianos. Sí preocupa, en cambio, que el Consejo plantee dejar el límite mínimo para recibir subvenciones en 100 euros o 1 hectárea o la posibilidad concedida a España de aplicar un coeficiente para establecer tal mínimo en más de 300 euros o en una superficie de 2 hectáreas que podría dejar fuera de estos fondos a miles de agricultores con estructuras minifundistas principalmente valencianos. De igual manera, la organización agraria se mostrará vigilante con las consecuencias que sobre la PAC tendrá la incorporación a la legislación sobre el agua de ciertas normas de condicionalidad sobre ‘franjas ribereñas y el riego’.
Con censurar la desviación de fondos hacia el también llamado ‘segundo pilar’, AVA-ASAJA valora positivamente la inclusión en este fondo de planes para el fomento del seguro agrario, contra el cambio climático, a favor de la bioenergía y de la buena gestión del agua así como el aumento del límite máximo de inversiones para jóvenes agricultores, que se leva de 55.000 a 70.000 euros. “Pero si la PAC no vela por la agricultura y no se mejoran las rentas de los productores, difícilmente se podrán dar nuevas incorporaciones al campo”, concluye Aguado.
AVA-ASAJA