El Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se limitó el pasado jueves a declarar que el nuevo tipo penal incidirá en “la reincidencia de algunos delitos especialmente graves que generan una amplia repulsión social” como el terrorismo, la pederastia y el tráfico de menores.
“Es urgente que la reforma penal refleje penas más duras para la delincuencia organizada de las bandas especializadas en asaltos a instalaciones y pozos de riego para robar cobre”, solicita el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado.
“Una vez que el Gobierno habla de una necesaria reforma del Código Penal, aplaudimos que se penen los delitos que causan una mayor alarma social, pero los agricultores no queremos que nuestras reclamaciones caigan en saco roto y no se incluyan castigos más severos para los delincuentes que sangran los sectores más modestos y sencillos”, según Aguado.
“La reforma del Código Penal debe suponer un cambio más profundo, más meditado, más trabajado y teniendo en cuenta las exigencias reales de todos los ciudadanos”, aclara Aguado.
Fiel reflejo de la necesidad de endurecer el Código Penal en el medio rural es la proliferación de patrullas espontáneas de agricultores que se organizan al margen de la administración para vigilar sus explotaciones agrícolas y ganaderas. “No es la mejor solución porque puede derivar en incidentes no deseados”, concluye Aguado, “pero en ocasiones no queda otra alternativa ante la pasividad de la Administración y la impunidad de la Ley”: “Si no se cambia el Código Penal, el número de patrullas aumentará y tarde o temprano ocurrirá algún hecho lamentable”.
AVA-ASAJA