La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) rechaza rotundamente la intención de la Comisión Europea de pagar la crisis de las «vacas locas» a costa de recortar el presupuesto del sector agrario y ganadero recogido en la Política Agraria Común (PAC).
«Resulta inadmisible que la incompetencia y cobardía de la clase política europea, que no supo o quiso atajar el problema cuando surgió en los años 80 en el Reino Unido, ahora se atreva a endosárselo al sector agrario y ganadero, único perjudicado e incluso criminalizado en este asunto, suspendiéndole las ayudas agrícolas», critica el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado.
La Comisión argumenta que el presupuesto asignado, de momento, para hacer frente a la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), del que existe una propuesta de incrementar en 971 millones de euros (161.000 millones de pesetas) para el año 2001, no será suficiente para cubrir todos los costes, por lo que se tendrá que recurrir a los ahorros producidos en otros sectores agrícolas y ganaderos. Y si esto no fuera suficiente, la Comisión suspendería el reembolso a las administraciones nacionales de las ayudas directas de la PAC, excluyendo cualquier posibilidad de recurrir a otros sectores fuera del agrario como fuente de financiación.
AVA entiende esta propuesta como discriminatoria para convertir al sector agrario y ganadero en «chivo expiatorio de una pésima gestión política». «Los ganaderos se limitaron a comprar entonces reses y productos que la Comisión había autorizado, respetando en todo momento la ley, y si ahora se trata ya de un problema de salud pública tendrá que ser la Unión Europea en su conjunto quien se haga cargo de estos costes en función de los parámetros de contribución comunitaria», apunta Aguado.
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