Dicha normativa, que modifica los Reglamentos Generales sobre Inscripción de Empresas y Afiliación, Altas, Bajas y Variaciones de Datos de Trabajadores en la Seguridad Social, entre otros, respecto al Régimen Especial Agrario (REASS), establece, como novedad, que los agricultores están obligados a comunicar las altas en la Seguridad Social de los trabajadores agrarios que contraten con carácter previo al inicio de la actividad, "hecho que hace muy difícil su cumplimiento dadas las cambiantes condiciones climatológicas y las características propias de la agricultura valenciana", critica el presidente de AVA,
Cristóbal Aguado.
Así mismo también obliga al empresario agrario a informar a la Tesorería General de la Seguridad Social, en los seis primeros días de cada mes, las jornadas reales (días trabajados) realizadas por los trabajadores durante el mes anterior, con las posibles incidencias, además de presentar el Boletín de Cotización (TC) de sus trabajadores como es habitual.
Por otra parte, una vez finalizado el trabajo, si se trata de trabajadores fijos, el agricultor deberá comunicar la baja en el plazo
de seis días, así como entregar al trabajador, tanto fijo como eventual, un justificante con las jornadas reales que ha hecho, los
datos del empresario, fechas de inicio y finalización, así como el total de jornadas prestadas al mismo.
"Para hacer frente a esta excesiva burocratización, que multiplica por cuatro los trámites para la contratación de trabajadores en el campo, el agricultor tendría que tener una gestoría", apunta Aguado, quien considera "discriminatorio estas medidas respecto a otros sectores y hace inútil el Censo Agrario, donde ya están inscritos los trabajadores del REASS".
Para la organización agraria se considera inviable el cumplimiento de este Real Decreto, cuya consecuencia es, de hecho, un paso más para la eliminación de forma sutil del REASS.
Ava