Así, según los resultados parciales de la aplicación del Plan de Vigilancia Fitosanitaria del Consell, el país africano vuelve a ser el que más partidas rechazadas acumula en los almacenes de confección valencianos, con hasta seis detecciones de ‘Cryptoplhebia leucotreta’. El presidente de la organización, Cristóbal Aguado, advierte de que “lejos de resolver sus problemas fitosanitarios, los envíos sudafricanos no sólo no mejoran su control sino que los empeoran por lo que, si antes teníamos razones para proteger nuestra citricultura y reclamar el veto a las importaciones de este país, ahora es evidente que la exigencia está más justificada”.
Efectivamente, AVA-ASAJA reclamó formalmente al Gobierno español el pasado mes de febrero que decretase la suspensión forzosa de las compras de esta procedencia tras confirmar, con datos oficiales de Bruselas que, entre enero y noviembre del año pasado, hasta 40 partidas de cítricos habían sido intervenidas en los puertos europeos por sufrir otra peligrosa enfermedad, la ‘mancha negra’ (‘Gignarcia citricarpa’). Por su parte y también en ésa misma campaña de importaciones, los inspectores de la Conselleria de Agricultura detectaron, una vez superados los controles en los puertos, otras ocho partidas citrícolas sudafricanas con problemas fitosanitarios, siete de ellas con Cryptoplhebia y otras tres con la referida ‘mancha negra’. A lo largo de este verano, con datos registrados con menos de una tercera parte de las inspecciones en almacenes de confección valencianos previstas por la Generalitat, Sudáfrica vuelve a liderar las detecciones con los referidos seis rechazos.
Desde que en 2005 se detectó por primera vez en Europa esta peligrosa polilla (que destruye el fruto por dentro), las detecciones en los centros importadores valencianos no han hecho sino crecer. Pese a que el Gobierno central y autonómico lo han pedido en diversas ocasiones a Bruselas, la enfermedad aún no ha sido declarada como de cuarentena por la UE, por lo que sólo es perseguida por las autoridades españolas. En tales circunstancias “¿qué garantías tenemos de que la plaga no pueda entrar, por ejemplo, por un puerto holandés y acabe por instalarse en nuestra citricultura?, advierte el presidente de AVA-ASAJA.
La organización agraria reclama igualmente que durante los próximos meses se intensifiquen los controles, no sólo fitosanitarios sino especialmente de calidad. AVA-ASAJA quiere evitar con ello que se repita lo acontecido el año pasado, cuando la campaña de importación del hemisferio sur –muy especialmente de Sudáfrica- se alargó hasta bien entrado noviembre “con fruta de muy dudosa calidad y que además llevaba meses guardada en cámaras frigoríficas para poder aguantarla”, recuerda Aguado.
AVA-ASAJA