Según el estudio, la suma de las ayudas de la PAC y de los “irrisorios” ingresos que reciben los agricultores por destinar fruta a la industria, se vería superada con creces por los costes de producción, recolección y transporte, así como por las pérdidas generadas por no vender esa fruta al mercado en fresco.
Este balance negativo podría ser todavía mayor si la industria, con una oferta que estaría garantizada por obligación, decide bajar los precios a los agricultores, pagados en la pasada campaña a 0,06 €/kg en naranjas y 0,01 €/kg en mandarinas.
Cristóbal Aguado, presidente de AVA-ASAJA, asegura que la propuesta del Gobierno español “es claramente perjudicial para los agricultores: beneficia a la industria de manera descarada y machaca a los citricultores que no están en una OP, que son aproximadamente la mitad en la Comunitat Valenciana”.
Aguado insta al Gobierno central a “rectificar y retirar cuanto antes esta escandalosa propuesta”. La organización agraria exige “olvidarse de obligaciones y períodos transitorios, ya que lo único que quieren los agricultores es una ayuda a la hectárea que les llegue directamente a sus bolsillos”.
El dirigente agrario reclamó que el reglamento realice una distribución del mísero sobre nacional sin aplicar criterios varietales. Asimismo, Aguado reiteró la necesidad de compensar estas “miserables ayudas que producen pérdidas a los agricultores con el presupuesto sobrante que se produce en el reglamento de Pago Único asignado a España, con el fin de compensar a los citricultores españoles respecto a los productores italianos y griegos”.
AVA-ASAJA