La reconversión a nuevas variedades más productivas y resistentes a las inclemencias del tiempo y a las plagas, como la Fonsa, la Jsendra o la Gleva, han aumentado el potencial productivo de las explotaciones, cubriendo así la caída de producción en las zonas que sufrieron con mayor incidencia la excesiva salinidad del agua por la falta de lluvias a principios del verano, sobre todo en la parte alta del lago de la Albufera.
Además, la frecuencia de lluvias en el último tramo de crecimiento del cultivo y la escasa incidencia de plagas han derivado en un estado óptimo del arroz, lo que se traduce en una excelente calidad de cara a la temporada de siega que empezará a principios de septiembre.
Del mismo modo, la organización agraria prevé una producción de gran calidad en las explotaciones de la marjal Pego-Oliva, especializadas en la variedad Bomba, de en torno a los 800 toneladas, aunque la cosecha también podría haber aumentado de no haber sufrido los efectos de la falta de lluvias. En este sentido, destaca el buen estado de las variedades ecológicas, sobre todo la Albufera, de las que se cosecharán por primera vez alrededor de 8.000 kg.
AVA-ASAJA