Remitido por Ava-Asaja:
Esta plaga, presente en el país norteafricano desde hace 6 años, está causando pérdidas directas al sector por valor de más de 144 millones de euros anuales, según un informe de expertos del IVIA al que ha tenido acceso la organización agraria. Los daños que causa en plantaciones frutícolas, incluidos los cítricos, son muy similares a los de la Ceratitis o “mosca de la fruta”, y pueden oscilar entre el 30% y el 100% de pérdida de cosecha, dependiendo de la aplicación o no de tratamientos insecticidas, respectivamente.
Ataca a 40 especies agrícolas vegetales, principalmente melocotón, cítricos y tomate. La fecundidad de la hembra es muy alta, infectando 20 frutos de media por puesta, así como su capacidad de adaptación climática y de dispersión, pues es capaz de volar hasta 50 kilómetros de distancia.
Además de los daños directos que produciría para la hortofruticultura española la introducción de la Bactrocera zonata en el territorio nacional, AVA alerta de los perjuicios indirectos, dado que su introducción restringiría la exportación de cítricos españoles a otros países como Estados Unidos, Corea, Japón o México, por las medidas de cuarentena que éstos nos impondrían.
“Con estas premisas, nuestro fundamental carácter exportador y dado el adelantamiento de la campaña de importación de cítricos de Egipto, cuando todavía tenemos en la Comunidad Valenciana más de 300.000 toneladas de Valencia y Navel en perfecto estado pendiente de comercialización, no podemos permitirnos el lujo de correr riesgos innecesarios como supondría la introducción de dicha plaga”, apuntó el presidente de AVA, Cristóbal Aguado.
Por ello, la organización agraria insta a las autoridades competentes a cumplir estrictamente las normas en cuanto a control fitosanitario de cítricos de países terceros, así como a inspeccionar su posterior expedición por las centrales hortofrutícolas españolas, evitando posibles fraudes en cuanto al cambio de origen en su etiquetado por el de “Valencia” o “España”.
El Comité de Enlace de la Citricultura Mediterránea (CLAM) ya alertó en el año 2000 del peligro potencial de esta plaga para la fruticultura en general, y la citricultura en particular de los países ribereños del Mediterráneo. Además, no existe ningún Protocolo de Exportación firmado entre España y Egipto, por lo que las importaciones de cítricos llegan a los puertos españoles sin tratamiento de frío.
Ava-Asaja