El año pasado por estas fechas, el agricultor valenciano percibía 0,40 €/kg, mientras que ahora el precio en origen ha descendido a 0,24-0,26 €/kg. Esta pérdida de rentabilidad del 30% “amenaza la permanencia de los algarrobos en el campo valenciano, un cultivo con un alto valor ecológico que lucha contra la erosión del suelo y la desertización”, manifestó el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado.
Por otra parte, la Unión Europea ha aprobado la importación de dos productos chinos sustitutivos de la goma del garrofín, extraída industrialmente de la semilla de la algarroba y cuyo precio garantiza buena parte de la rentabilidad del cultivo. La goma Cassia de China se utiliza como aditivo para alimentación animal, mientras que la Tara, también de China, para consumo humano: sopas, helados y derivados lácteos.
En el caso de la goma Cassia, Aguado exigió a la Unión Europea que fije su nivel de seguridad alimentaria, puesto que los análisis de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) todavía no han concluido que esta sustancia tiene un nivel de seguridad toxicológica que sí posee la tradicional goma de garrofín.
Aguado se dirigirá a la Conselleria de Agricultura para reclamar “una mayor implicación en la investigación con el fin de buscar nuevas aplicaciones a la pulpa de la algarroba y sus derivados”. De momento, hay trabajos muy avanzados en alimentos funcionales, tales como edulcorantes, compuestos para bebidas energéticas y sustitutivos del cacao.
AVA-ASAJA
que conozco el negocio i aguado no tiene ni la mas minima idea de lo que habla de las algarrobas