AVA pide al Gobierno que retome la negociación con Rusia para garantizar exportaciones citrícolas

El acuerdo tendrá que ser desarrollado en algunos de sus puntos esenciales –como en el de los residuos- antes del 1 de julio, momento en el que comenzará a aplicarse unilateralmente por el país excomunista. El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, reclama que, dada la incertidumbre creada por el ejecutivo comunitario, “España retome en estos meses las conversaciones con Rusia para renegociar bilateralmente las condiciones del protocolo y garantizar la seguridad de las exportaciones de algunos cultivos estratégicos, como los cítricos”.

Aguado advierte además que este acuerdo demuestra la “política comercial errática de Bruselas, que ha vuelto a usar al sector hortofrutícola como moneda de cambio”, motivo por el que el líder de AVA-ASAJA insiste en que este tipo de negociaciones se tendría que desarrollar en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en la que Rusia ingresará próximamente. “Si nos abocan a una economía global, todos debemos competir con las mismas reglas de juego”, advierte.

El memorándum suscrito en Moscú deja sin resolver dos de las cuestiones más espinosas: La fijación de los Límites Máximos de Residuos (LMR, los restos de fitosanitarios aceptables en los frutos) y las tolerancias (el colchón que se establece entre las respectivas regulaciones rusa y europea). Las partes habrán de llegar a un acuerdo a este respecto antes del citado 1 de julio para lo que se crearán comisiones bilaterales. Como ya denunció AVA-ASAJA, el listado de LMR’s de Rusia rebaja sin justificación técnica alguna la mayor parte de los límites europeos hasta el punto de hacer inviable la exportación de cítricos. En concreto, la Federación rusa impone unos LMR imposibles de cumplir, ni siquiera aplicando las tolerancias que aún se han de pactar, para tres materias activas de uso común en la citricultura: el ‘Clorpirifos’ (el más utilizado para luchar contra plagas de cochinillas), el ‘Imazalil’ (el más usado en los almacenes para retrasar el podrido de la fruta) y el ‘Tiabendazol’ (el fungicida más socorrido entre los tratamientos de postcosecha). Es en este punto donde el Gobierno español, a juicio de Aguado, “debe tomar la batuta en las negociaciones como primer exportador del mundo”.

El pacto suscrito, para el que no se ha consultado al sector europeo ni a los Estados miembros, exige a los operadores “tener disponible” un documento distinto al habitual con toda la información sobre los pesticidas usados durante su fase de producción y confección. Se trata de un nuevo trámite que encarecerá los costes burocráticos de los envíos y que añade mayor inseguridad jurídica. Junto a ello se ha acordado la posibilidad de que las autoridades rusas realicen visitas para comprobar ‘in situ’ el grado de cumplimiento del protocolo y, en caso de detectar violaciones en materia de residuos, a la documentación citada se tendría que añadir un certificado sanitario expedido por un laboratorio autorizado por Rusia. El documento no aclara si éstas mismas condiciones serán aplicadas a otros proveedores hortofruticolas rusos no europeos, como Turquía, Marruecos o Argentina lo que lógicamente podría generar una evidente competencia desleal para los productores de la UE.

En lo que llevamos de temporada, Rusia ha duplicado las importaciones de cítricos españoles hasta llegar a las 35.265 toneladas, lo que lo convierte en el segundo mercado tercero tras EEUU más importante. El país ex comunista sólo produce el 50% de su consumo hortofrutícola lo que, unido al espectacular desarrollo de su clase media, lo hace una plaza emergente clave.

AVA-ASAJA

Deja una respuesta