Además, muchos agricultores verán dificultada su tramitación al no estar en su lugar de residencia habitual. “Creemos que un mes de plazo es insuficiente y menos en verano. Ante la angustiosa situación que atraviesa la agricultura, las ayudas, aunque lleguen tarde, siempre son recibidas como agua de mayo, pero habría que poner más facilidades a los implicados”, afirma el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado.
La resolución, que salió publicada el pasado lunes, 14 de julio, en el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana, especifica que el importe global máximo para cubrir esta política pública, asciende a 600.000 euros pero matiza que la dotación prevé “un importe adicional de 600.00 euros”, dependiendo del crédito disponible del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. Para el líder de la organización agraria, “esta partida presupuestaria es insuficiente dado el altísimo grado de mecanización que actualmente presenta la agricultura valenciana y la concesión de la ayuda está condicionada al achatarramiento de las máquinas antiguas cuando en el mercado de segunda mano se podría obtener un buen precio por ellas”.
Los créditos pretenden promover la difusión de nuevas tecnologías mediante ayudas para la adquisición, por parte de asociaciones de agricultores, de máquinas y equipos agrícolas que supongan una innovación tecnológica y que contribuyan a mejorar los actuales sistemas de producción al ahorro energético, a la conservación del medio ambiente y mejorar las condiciones de trabajo de los agricultores valencianos. La subvención para este tipo de ayudas será de un máximo del 50% sobre la inversión, según beneficiarios y zonas. Todos aquellos interesados se pueden pasar por las oficinas que AVA-ASAJA tiene distribuidas por la geografía valenciana, donde se les informará del contenido de estas ayudas y su tramitación.
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Me parece mal que un gobierno sustraiga a la fuerza beneficios del contribuyente para ofrecerlos a sus vasallos vía ayuda o subvención, hacerse poderoso y perpetuarse en el poder. Estamos perdiendo ciudadanía a cambio de obediencia ciega. Si agricultores y empresas agrícolas no funcionan deben dejar esa actividad y dedicarse a otra cosa.La subvención no mejora la actividad económica de un sector, se benefician pocos y el mercado sale perjudicado.