La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha valorado, con reservas, las modificaciones de las condiciones del Programa Agroambiental para el cultivo del arroz en la Comunidad Valenciana, aprobadas hoy por la Comisión Europea. Así mismo, reconoce el esfuerzo realizado por la Conselleria de Agricultura para mejorar y adaptar el Programa Español de Medidas de Acompañamiento a la realidad valenciana, tal y como reiteradamente había reivindicado la organización agraria.
El cambio supone reducir de seis a cuatro meses el periodo mínimo de inundación de los arrozales como requisito para acceder a las ayudas, así como en un aumento de la fertilización nitrogenada, hechos que son valorados por AVA ‘puesto que permiten preparar bien los terrenos para las nuevas cosechas, incluso si la climatología es adversa y obtener mayores rendimientos’, puntualiza el presidente de la organización agraria, Cristóbal Aguado.
Sin embargo, Bruselas ha establecido la ayuda para la protección de flora y fauna en humedales en 55.000 pesetas por hectárea cuando AVA había solicitado que ésta ascendiera, como mínimo, a 75.000 pesetas por hectárea. ‘A pesar de que consideramos positiva la diferenciación hecha por Bruselas para los agricultores ubicados en espacios protegidos, en
un 20% más de la ayuda, 66.600 pesetas, establecida para el resto en 55.000 pesetas, ésta no cubre las expectativas que tenían los arroceros valencianos, sujetos a enormes limitaciones productivas, estructurales y de fauna que elevan sus costes de producción’.
Además, los arroceros valencianos también sufren el problema del minifundismo característico de toda la agricultura de la Comunidad Valenciana, correspondiendo de media 3,56 hectáreas (Ha.) por agricultor, frente a las 38,17 Ha. en Andalucía, o las 16,98 Ha. en Aragón, por citar algunos ejemplos.
Por todos estos motivos, AVA exige que la Conselleria de Agricultura siga presionando al Ministerio y Bruselas para conseguir la regionalización de las ayudas por superficie, cuya penalización ha alcanzado este año casi el 50%. Así mismo, exige a la Conselleria de Medio Ambiente ayudas adicionales para paliar los daños que la fauna produce cada año a los arrozales de La Albufera y el marjal de Pego, y para el propio mantenimiento de dichos espacios protegidos que, según los expertos, dejarían de existir si los agricultores no cultivaran arroz en los mismos.
AVA-ASAJA