En este sentido, la única actuación de la Generalitat en esta crisis ganadera es abonar dos puntos de interés de los préstamos amparados por el convenio suscrito entre la Conselleria de Agricultura y las entidades bancarias que se suman a los dos puntos que da el Ministerio de Agricultura. Los préstamos se pueden solicitar hasta el 9 de mayo y la formalización de los mismos se prolonga hasta el 23 de mayo.
Según LA UNIÓ, los ganaderos están asfixiados económicamente ante las continuas subidas del precio de los piensos y la tendencia a la baja de los precios en origen. Josep Botella, secretario general de LA UNIÓ-COAG, señala que “lamentablemente las ayudas públicas en los préstamos van destinadas directamente a enriquecer la cuenta de resultados de los bancos e incrementan los problemas económicos de futuro de los ganaderos, sin darles una solución a corto plazo”.
La grave situación por la que atraviesan los ganaderos ha motivado que un total de 410 explotaciones dejara la actividad durante el pasado año en la Comunitat Valenciana, a tenor de los datos de contratación del seguro de recogida de cadáveres que sin ser obligatorio lo suscribe la práctica totalidad de ganaderos. En estos momentos peligra la viabilidad de otras muchas explotaciones pequeñas y medianas de la Comunitat Valenciana ante la imposibilidad de trasladar el aumento de los costes a los precios de venta. La cifra de pérdidas según LA UNIÓ supera ya los 200 millones de euros.
El secretario general LA UNIÓ señala que “las propuestas presentadas tanto por el Ministerio como la Conselleria de Agricultura son ridículas para frenar la actual crisis porque no han sido capaces de emprender ninguna actuación relevante que beneficie directamente a los ganaderos”.
Josep Botella afirma que “la fuerte crisis de los sectores ganaderos, iniciada en el primer semestre de 2007, se presentó inicialmente por parte de las Administraciones Públicas como un asunto coyuntural debido al alto precio de los cereales y su repercusión en los precios de los piensos. Se nos decía que los precios de los cereales se moderarían y que retrocederían hacia valores más asequibles pero lamentablemente la predicción no se ha cumplido. Se trata de un cambio probablemente estructural en el que está en juego la supervivencia de la ganadería profesional de nuestra comunidad autónoma y todo lo que ello implica para el mantenimiento del mundo rural”.
UNIÓ-COAG