Además, según los datos que maneja el ministerio, pertenecientes al pasado mes de septiembre, la media española de consumo per capita está en 37 kilos por persona y año, siendo los hogares adultos con personas retiradas los mayores compradores con un consumo per capita de 56 kilos por persona; le seguirían los hogares de adultos sin hijos con 52 kilos, y los hogares de adultos independientes con 49 kilos.
Por el contrario, los hogares más jóvenes con niños están «bastante por debajo de esa media», explicó Herrero. Así, en este caso se consume 22 kilos por habitante al año, lo que significa que «es en este grupo donde hay que aumentar las campañas de sensibilización».
Por poblaciones, en contra de lo esperado son las más pequeñas –de menos de 2.000 habitantes– donde se consumen 51 kilos por persona y año, mientras que en las más grandes –500.000 habitantes– se consume una media de 30 kilos.
Por comunidades autónomas, en La Rioja y Asturias se consume por encima de los 50 kilos; por el contrario en Baleares y la Comunidad Valencia no se supera tampoco los 30 kilos por habitante y año.
Mayoritariamente el consumo se produce en la tienda tradicional (48%), aunque está muy seguido por los supermercados (30%). En cuanto a las variedades de pan, explicó que en el último año se ha producido un ligero aumento en el consumo del pan industrial.
Ante estos datos explicó que «hay que tratar de trabajar todos en la misma dirección para recuperar y potenciar el consumo del pan. Hay que tener cinco comidas al día y hay que explicar que el pan debe de estar en todas ellas».
Europa Press