Sectores tan emblemáticos como el vitivinícola, el aceitero, el sector lácteo o el ovino están viviendo unos momentos muy difíciles.
En el sector del vino, el descenso de precios y la parálisis del mercado viene condicionada en parte por la incertidumbre generada por la nueva OCM, el estancamiento de las exportaciones y el hundimiento del consumo, inciden negativamente en la renta de las pequeñas y medianas explotaciones de viñedo.
La campaña 2008-2009 se inició con una reducción de hasta un 37% en los precios de la uva y La Mancha, ha sido una de las zonas productoras en las que el descenso ha sido más acusado. Un estudio realizado por el sector vitivinícola de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos desvela que, tras la vendimia, los viticultores se han encontrado con una reducción de hasta un 37% en el precio de la uva respecto a la campaña anterior. De forma particular destacan los descensos de la variedad tempranillo y aíren en La Mancha con un -19% y -17% más baratas que en la campaña anterior.
Desde COAG-IR consideramos que esta OCM está pensada para los grandes grupos industriales vitivinícolas que son los que pueden obtener una mayor rentabilidad del producto (materia prima a menor coste), y está claro que no tiene como objetivo prioritario mejorar la renta de los viticultores.
En plena campaña de recolección de la aceituna con una previsión de cosecha menor que el año anterior, los precios siguen el desplome desde comienzo de año, según el sistema POOL-red (de información de precios en Origen) para el aceite de oliva virgen extra el precio ha descendido 0.66 €/kg desde enero de 2008, el aceite de oliva virgen se paga 0.62 €/kg más barato y el aceite de oliva lampante 0.57 €/kg menos…y mientras, en los lineales de los supermercados el consumidor no aprecia esta rebaja.
En estas épocas en las que el cordero suele ser un alimento tradicional en nuestras mesas, el ama de casa puede observar como cuando se aproxima la navidad, el precio de este producto se incrementa considerablemente, sin embargo el ganadero lo único que observa es como cada vez le compran sus animales a menor precio. En diciembre los corderos lechales se han estado pagando al ganadero a 3,80€/kg un 11,6% más baratos que en noviembre. El consumidor paga más caro y al ganadero se lo compran más barato…¿quién sale ganando en esta cuenta?.
Y para terminar, porque por algún lado hay que hacerlo…la leche. Tal y como está la situación del sector no sabemos cuanto tiempo más se podrá resistir esta asfixiante situación. Los ganaderos contemplan como las industrias bajan los precios semana tras semana, la última FORLACTARIA que ha pagado el litro a 0.33 €, mientras en los lineales el litro no baja de los 0.80€, todo esto cuando producir un litro de leche le cuesta al ganadero alrededor de los 0.40 €, y es que a final de mes las cuentas no les salen a este sector productor. Todo esto en un ambiente de tensión, debido a la amenaza de las industrias con el abandono de las rutas de recogida, “o te compro la leche al precio que yo quiero o no te la recojo”, así de cruda es la realidad del ganadero del vacuno de leche. Y en este clima, el Ministerio no tiene otra cosa mejor que hacer que el condicionar el cobro de las ayudas de la PAC (el pago adicional del sector lácteo) a la firma del contrato tipo que no garantiza un precio justo para el productor, una imposición más para el ganadero mientras que por otro lado la Xunta de Galicia decide premiar a las industrias que los firmen.
COAG-Castilla La Mancha