Balance económico del sector productor cunícola en 2007

El coste medio de producción se sitúa al concluir el año en 2,01 Є por Kg. de conejo vivo producido, mientras que el precio medio percibido por el productor ha oscilado entre 1,38 y 1,49 Є/Kg. vivo, dependiendo de la Lonja de referencia que rija en cada caso.

De este modo, el balance final es una pérdida neta de 0,59 Є/Kg. de conejo vivo comercializado. O lo que es lo mismo, una explotación familiar, que da trabajo a una persona, con ayuda en momentos puntuales de algún miembro más de la familia, ha acumulado pérdidas durante el año 2007 de 40.000 Є, que para actividades económicas de tamaño y recursos reducidos, representa el quebranto de la economía familiar.

Para el total del sector productor las pérdidas acumuladas a lo largo del año 2007 se elevan a 82.000.000 Є.
Las causas fundamentales que originan esta situación son:

  • Un desequilibrio coyuntural entre oferta y demanda del mercado de la carne de conejo que ha provocado, casi durante todo el año, que se haya debido comercializar esta carne por debajo de costes, agravado con el desplome del precio de la piel de conejo percibido por los mataderos. Esta situación transitoria y periódica por si sola no origina una situación de crisis como en la que nos encontramos, si no es por el segundo factor.
  • El incremento de las materias primas, que en principio pudo parecer también coyuntural, pero que el tiempo y las expectativas se han consolidado como un incremento estructural de costes. Así, en el caso del sector cunícola el aumento del precio del pienso compuesto supone un 45% con respecto a la situación anterior.

La suma de estos dos factores está provocando la situación de ahogo económico por el que atravesamos. Pero que además, y por ello su calificación de estructural, el desproporcionado incremento de las materias primas permanecerá cuando desaparezca el primer factor enumerado, comprometiendo de forma decisiva la rentabilidad de las explotaciones cunícolas que puedan sobrevivir a esta dramática reestructuración de nuestro subsector ganadero.

En lo referente a situación de mercado, hay que hacer mención a la campaña de promoción en la que se incluyó la edición de un millón de recetarios y degustaciones en diferentes centros comerciales, que por otras cuestiones tuvo tanta repercusión en los medios. Para la valoración objetiva del efecto real podemos analizar los precios de Lonja del conejo en vivo durante el tiempo que duró el efecto. Así durante 5 semanas la cotización del conejo experimentó una subida del 10,3%, mientras que en el mismo periodo de los 14 años anteriores se produjo un descenso medio del 19,1%.

Así pues, el balance neto es de un 29,4% de diferencia entre lo que ha ocurrido a finales de 2007 y principios de 2008 en comparación con los 14 años anteriores, pero no se debe olvidar que la cotización máxima alcanzada fue de 1.60€, 40 céntimos por debajo de los costes de producción.

Por tanto no dudamos en calificar de bueno el resultado de esta campaña ni en mostrar públicamente nuestro agradecimiento al MAPA, que desde luego es anterior al resultado final, dado que la intención de ayuda es independiente del desenlace.

Una vez cuantificado el efecto de esta campaña, lo que en otras circunstancias habría sido un impulso importante para nuestra actividad, en la situación actual la repercusión es casi imperceptible y claramente insuficiente para cambiar la tendencia a corto plazo y de nuevo la sombra del cese en la actividad sobrevuela el ánimo de la práctica totalidad de los productores y mataderos de conejos.

Por ello debemos insistir en el hecho de que el principal elemento que provoca la situación de “quiebre técnica” en la que se encuentran las explotaciones de conejos es la subida del pienso compuesto para la alimentación de los animales, que supone una modificación estructural de la situación anterior, por lo que manifestamos abiertamente que son necesarios establecer cambios estructurales y permanentes que pueden permitir a nuestro sector productor y comercializador afrontar el futuro con un mínimo de garantías en una actividad con no pocas incertidumbres de manera ordinaria.

Así mismo, tanto el sector productor como comercializador de carne de conejo debemos de asumir que las interrelaciones entre los diferentes operadores no pueden continuar regidas por las claves con las que se ha desarrollado hasta aquí.

Por tanto debemos concluir que los necesarios cambios estructurales son responsabilidad de todos.

INTERCUN

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