El ponente apoya que se hagan públicos los establecimientos de riesgo, "puntos negros", tanto en las minas en funcionamiento como abandonadas. Asimismo, respalda la legislación que impone la eliminación in situ del cianuro y otras sustancias peligrosas antes de depositar los estériles en las balsas de residuos.
El informe insta a que se introduzca una legislación que obligue a las empresas a definir planes para el desmantelamiento de las minas, tanto las nuevas como las ya existentes, y para las balsas de residuos. Igualmente deberían reservar fondos para las medidas de cierre y para la eliminación segura de los residuos mineros.
En la Comunidad no existe un marco legislativo completo para el sector minero y sus residuos. La inadecuada legislación, y la insuficiente consideración de cuestiones medioambientales por parte de las empresas del sector, son algunas de las causas de los accidentes mineros. Por ello, el ponente propone que la futura directiva sobre responsabilidad ambiental incorpore disposiciones sobre las actividades mineras y sus residuos. Los residuos mineros constituyen el 18% del total de residuos, según fuentes de la OCDE.
El accidente de la mina Boliden fue el resultado de una ruptura en el dique de contención de la balsa de residuos. Se vertieron fangos y aguas ácidas en los terrenos limítrofes con el coto de Doñana y alcanzaron el río Guadiamar. El proceso de producción de esta mina eliminaba los residuos en un enorme estanque artificial que ocupaba una superficie de 1.5 km2. El dique de contención había ido aumentado su altura periódicamente para aumentar la capacidad de la balsa. El método de las balsas se utiliza frecuentemente para eliminar residuos generados en la obtención de zinc, plata, plomo y cobre.
Parlamento Europeo