De sabor y aroma únicos, la miel se ha utilizado a través de los siglos para endulzar alimentos. Este maravillosos líquido producto de las abejas es una excelente alternativa al azúcar, pero los beneficios de la miel no sólo consisten en dar sabor y endulzar alimentos. La miel actúa como antiséptico, antioxidante y limpia el organismo. En definitiva, los beneficios de la miel son innumerables y además adquiere las propiedades del tipo de flor que liban las abejas. A continuación vamos a detallar los distintos tipos de miel y sus principales características:
La miel de encina es una miel oscura y de sabor malteado muy intenso. Rica en antioxidantes, tiene un alto contenido en minerales y es muy aconsejada en casos de anemia o en carencias del organismo. También de de color marrón oscuro, la miel de roble es muy rica en minerales, posee propiedades emolientes y suavizantes, además se endurece con dificultad. Puedes encontrar una buena fuente de vitamina C en la miel de azahar, que por su procedencia tiene un alto contenido en ácido cítrico y es de color claro. La miel de eucalipto contiene el ingrediente terapéutico eucaliptol, que tiene propiedades antibacterianas y fungicidas. El eucalipto se utiliza principalmente para enfermedades del sistema respiratorio. De color marrón oscuro con tonos rojizos, la miel de mil flores y brezo tiene una elevada viscosidades y muy aromática. La miel de tomillo contiene timol, un agente antibacteriano muy potente que es el ingrediente activo del tomillo y que se utiliza para hacer enjuagues bucales. Por último la miel de romero, está recomendada como estimulante del hígado, para insuficiencias hepáticaa, acidez de estomago y pirosis de las ulceras. Esta miel es además estimulante en casos de fatiga, convalecencia y cansancio.