Los resultados de estudios por científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS) indican que los agricultores orgánicos que periódicamente tienen que enmendar el suelo con compost después de sembrar los cultivos todavía pueden controlar las malezas–y reducir los costes de producción–con la utilización de las cubiertas de tela en el suelo.
El científico Larry Zibilske realizó los estudios para determinar cómo estas cubiertas limitan la penetración por el agua y los niveles de nutrientes en el suelo y el estudio en una cámara de suelo utilizando dos tipos comerciales de cubierta de suelo: una tela de dos capas con agujeros producidos por agujas, y un material entretejido a base de filamentos planos de polipropileno. Él usó dos tipos de compost: bolitas de los desperdicios avícolas, o una mezcla del estiércol bovino.
Observó el movimiento de nutrientes de los dos tipos de compost por los dos tipos de cubierta por 30 días. El agua pudo pasar libremente por la cubierta de tela, pero la cubierta de polipropileno limitó el movimiento del agua durante las primeras dos semanas del estudio. Sin embargo, el agua pasó más fácilmente por la cubierta de polipropileno a fines del estudio, quizás porque había una capa de moléculas orgánicas del compost en la cubierta.
Zibilske descubrió que los indicadores de actividad microbiana en el suelo fueron esencialmente iguales en los suelos protegidos por las cubiertas de tela, los protegidos por las cubiertas de polipropileno, y los suelos no cubiertos. Esta semejanza sugiere que las cubiertas no alteraron o limitaron significativamente la actividad biológica en el suelo.
ARS