La Biodiversidad agrícola es clave para la seguridad alimentaria y el cambio climático

La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, ha subrayado el papel de la biodiversidad agrícola como cimiento para garantizar la seguridad alimentaria, recurso para combatir el hambre y amortiguador de los efectos negativos del cambio climático, en la clausura del Seminario Internacional sobre “La Agrobiodiversidad en la lucha contra el Hambre y frente a los Cambios Climáticos”, que se está celebrando en Córdoba.
En su intervención, la Ministra ha expuesto que los recursos genéticos de la agricultura son fundamentales para la humanidad, además de ser una parte esencial del patrimonio cultural. Asimismo, ha destacado que el
mantenimiento y empleo correcto de la agrodiversidad puede ayudar en la lucha contra el cambio climático.
Sobre la declaración del Año Internacional de la Biodiversidad 2010, la Ministra ha subrayado que tiene como finalidad llamar la atención, y atraer el interés internacional, ante el problema de la pérdida continua de la biodiversidad.

En este contexto, Elena Espinosa ha reflexionado sobre la importancia de la biodiversidad en la vida humana, los logros en su conservación y ha alentado a redoblar los esfuerzos para reducir significativamente su
pérdida. La Ministra ha explicado que desde el MARM se trabaja en actuaciones que pretenden impedir la introducción y dispersión de especies invasoras, la contaminación de los recursos genéticos y los procesos de desertificación y, a la vez, de prevenir los riegos naturales, la fragmentación de los hábitats o el mal uso de pesticidas y fertilizantes; siendo España uno de los países más biodiversos de la Unión Europea,
tanto en lo relativo a las especies silvestres como a las agrarias.
Asimismo, Elena Espinosa ha resaltado la necesidad de trabajar a favor de la diversidad biológica a través de una participación universal y local, institucional y ciudadana. La comunidad científica, los gobiernos y los
ciudadanos, ha señalado, deben unir esfuerzos para preparar un futuro sostenible.
En cuanto a los retos de la Agrobiodiversidad, Elena Espinosa ha destacado que las variedades comerciales y cruces ganaderos, ampliamente adoptados en la agricultura moderna, tienen una gran productividad pero también una escasa variabilidad, que tendrán que responder a retos futuros, impredecibles de momento, como resistencias a plagas, enfermedades y los comportamientos anómalos de las condiciones climáticas.
Para responder adecuadamente a estos retos y evitar el proceso de erosión genética, ha continuado la Ministra, es fundamental un adecuado conocimiento, conservación y utilización de los recursos. Esta necesidad
de conservar los recursos fitogenéticos, ha añadido Elena Espinosa, aumenta si tenemos en cuenta que la agricultura actual depende de un número escaso de cultivos. En concreto, ha indicado, hay en todo el mundo unos 150 cultivos que alcancen un nivel importante y el 90% de la alimentación mundial se basa en unas 30 especies vegetales y unas docenas de variedades.

Marm

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