El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, rechazó ayer la reducción de las ayudas europeas a la agricultura y mostró su deseo de que “los gobiernos de España y de las comunidades autónomas, las organizaciones agrarias y los partidos políticos hagamos causa común en la defensa de los intereses de nuestros agricultores”.
De esta forma, Bono se manifestó contrario a la reforma de la Política Agraria Común (PAC) que ha propuesto Bruselas y que, tal y como ha planteado la Comisión Europea, implicará efectos negativos en la agricultura castellano-manchega y española.
A juicio del presidente regional, aunque el trigo, la cebada, los ajos, el aceite, el vino puedan quedar muy lejos de Bruselas, “deberían percatarse de que la agricultura es un sector esencial y estratégico para el progreso”.
En este sentido, Bono pidió a Europa más responsabilidad con los agricultores y, por ejemplo, realizar menos importaciones de productos como ajos, vino o champiñón, “porque no se puede ir sin ningún tipo de norte. Unas veces diciendo que sobra vino y, sin embargo, importándolo de Australia; o importando champiñón de países que no son miembros de la Unión Europea”.
Así mismo, el jefe del Ejecutivo castellano-manchego recordó que otras reformas, como las del sector del aceite o el girasol, se hicieron mal y “ahora lo estamos pagando”.
JCCM