La consejera de Medio Ambiente, Rosario Arévalo, afirmó ayer en Toledo que cada día cobra mayor importancia en la Unión Europea la necesidad de alcanzar un equilibrio entre las prácticas agrarias y la conservación del entorno y señaló que el modelo de agricultura sostenible marcará la pauta futura en las exigencias europeas para la convergencia.
Acompañada por la directora general de Desarrollo Sostenible y Educación Ambiental, Mercedes Mayoral, Arévalo suscribió con el secretario regional de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Cristóbal Torres, un convenio de colaboración para la elaboración y difusión de un manual de buenas prácticas ambientales en la agricultura.
La consejera de Medio Ambiente recordó que la última reforma de la Política Agraria Comunitaria incluye aspectos importantes de “ecocondicionalidad”, que vienen a incidir en la necesidad de aplicar y cumplir condiciones medioambientales tanto en las explotaciones agrarias en funcionamiento como en aquellas tierras que se retiren de la producción.
“Cada día cobra mayor importancia en el seno de los países miembros de la Unión Europea la necesidad de alcanzar un equilibrio entre la tierra como elemento de producción, los modelos agrarios sostenibles y la protección y conservación de los recursos naturales de los que dependemos”, apuntó.
En este sentido, la consejera manifestó que los agricultores son cada vez más conscientes de que su actividad puede ocasionar diversos problemas ambientales relacionados con la utilización de fertilizantes y fitosanitarios, erosión, concentración parcelaria, uso del agua, o producción y quema de residuos agrarios y rastrojos.
También saben, añadió, que “son gestores ambientales de primera magnitud, puesto que desarrollan su actividad en el medio natural y dependen en gran medida de la conservación y uso de los recursos que éste nos facilita, existiendo una dependencia recíproca entre ambos”. Por ello, el ánimo de la Consejería de Medio Ambiente es colaborar con todas las organizaciones profesionales de cara a fomentar una agricultura y ganadería respetuosa con el entorno, incidió.
Educación ambiental
De otro lado, Arévalo indicó que el Plan Regional de Educación Ambiental, aprobado el pasado año, reconoce la importancia del sector agrario y su industria derivada para la economía de la región, y dada su potencial incidencia sobre el medio ambiente, considera debe ser uno de los campos prioritarios de actuación a través de programas específicos.
Uno de estos programas de actuación será la difusión del manual, fruto del convenio suscrito con UPA, que dará a conocer los aspectos fundamentales para poder desarrollar una agricultura más en sintonía con el medio ambiente. Su objetivo último es conseguir por parte de los agricultores y ganaderos castellano-manchegos un compromiso ambiental que vaya más allá de los requisitos impuestos por la normativa europea, estatal o autonómica, agregó.
El manual hará especial énfasis en aspectos como el uso eficiente y sostenible de la energía y los recursos naturales, el uso racional de fertilizantes y fitosanitarios, la reducción de la contaminación de origen agrario, la conservación de la diversidad biológica y de los elementos tradicionales de nuestro campo, y la conservación del suelo. También ofrecerá información sobre la normativa de aplicación y los incentivos económicos relacionados con las buenas prácticas ambientales.
“Queremos fomentar la participación, a través de la colaboración y coordinación entre la Administración autonómica y las organizaciones agrarias, implicando en la gestión ambiental a los profesionales del sector de forma que se puedan identificar y evaluar soluciones alternativas para los problemas ambientales propios, así como avanzar en la búsqueda de valores y nuevas aptitudes que se traduzcan en comportamientos que conserven y mejoren el entorno natural”, aseveró la consejera.
Según dijo, el manual persigue también la concienciación, formación y capacitación sobre los aspectos que contribuyan a la consecución de un auténtico modelo de agricultura sostenible.
Asimismo, la consejera subrayó que se trata del manual de estas características más extenso y completo que se ha desarrollado en Castilla-La Mancha, y que en su elaboración intervendrá un equipo de trabajo formado por personas de numerosas disciplinas tanto agrarias, ambientales, de la comunicación y del mundo de la imagen.
El manual no sólo abordará aspectos relativos a las buenas prácticas agrarias en relación con el medio ambiente sino que incluirá también técnicas y recomendaciones de higiene y seguridad en el trabajo, sobre todo a la hora de utilizar determinados productos que no sólo pueden tener incidencia ambiental sino que pueden afectar a la salud humana, agregó.
Por último, Arévalo adelantó que se editarán alrededor de unos 3.000 ejemplares, con un coste de 27.000 euros, y se distribuirán a través de las oficinas de UPA, en cursos y actividades de formación, y en ayuntamientos, bibliotecas, centros educativos y demás instituciones relacionadas con el sector. Sus destinatarios no sólo serán los agricultores y ganaderos sino también los profesionales de la ingeniería agronómica, concluyó.
JCCM