Remitido por AVA:
“Lo que no puede ser es que en los 30 años que llevamos de Democracia cada Gobierno haga el suyo a su medida y sea el campo valenciano el que siga saliendo perjudicado por los cambios políticos, con una crisis de rentabilidad que es insoportable”, criticó el presidente de AVA, Cristóbal Aguado, quien lamentó la lenta burocracia administrativa para definir los grandes proyectos de la agricultura valenciana.
Aguado, que hizo estas declaraciones durante la presentación del Balance Agrario y Ganadero de 2004, exigió también a la Administración, tanto autonómica como nacional, la elaboración de un Estatuto del Agricultor Profesional con el que se podría garantizar una rentabilidad suficiente a aquellos que verdaderamente viven del campo, diferenciándolos de aquellos agricultores que se dedican al sector agrario a tiempo parcial. Para ello, la organización agraria propone poner en marcha un seguro de rentabilidad para los profesionales del campo, ayudas directas para la modernización de estructuras e incentivos para la incorporación de jóvenes, entre otros, con la realización previa de un informe económico que permita conocer las carencias y ventajas con las que cuenta el sector agrario valenciano.
El presidente de AVA también demandó al Gobierno central un Plan Estratégico de la Agricultura Mediterránea, así como un Plan de Adecuación Fiscal a la realidad del sector. “Es necesaria una rebaja de módulos de forma generalizada, ya que sólo en cítricos los agricultores han perdido más del 50% de su rentabilidad en los últimos años”, manifestó Aguado.
En cuanto a la OCM de Frutas y Hortalizas, AVA calificó la regulación comunitaria de un “auténtico fracaso” e instó al Ministerio de Agricultura a que escuche las demandas del sector ante la futura reforma de la OCM, prevista para mediados de 2005. “Los agricultores de frutas y hortalizas necesitan que las ayudas que vienen de Bruselas lleguen a su bolsillo y no se pierdan por el camino, así como que realmente primen a los que hagan calidad y estén agrupados en organizaciones de productores (OPs)”.
Aguado también dirigió una crítica a los agricultores, apelando a la necesidad de concentrar la oferta a través de OPs para hacer frente a las “exigencias e imposiciones” de la gran distribución, en un mercado cada vez más globalizado.
El dirigente agrario describió 2004 como un “annus horribilis” para la agricultura valenciana, ya que “excepto el caqui y la chufa, el balance de todos los cultivos es catastrófico”. Aguado hizo especial hincapié en la crisis de precios que “está hundiendo la campaña citrícola, dejando al agricultor, por término medio, con la mitad de rentabilidad que hace cinco años”, situación extensible al resto de frutas y hortalizas, especialmente la sandía y la fruta de verano, “cuyas bajas cotizaciones vienen causadas por la imposición de precios de la distribución, las adversidades climatológicas y el descenso del consumo”. En una situación similar se encuentra el vino, “cuyos precios están muy por debajo de los costes de producción”.
Asimismo, el presidente de AVA destacó “el robo” de las ayudas europeas recibidas por los arroceros, debido al “inexplicable” descenso del precio pagado por la industria. Además, criticó la distribución final de las ayudas al olivar, “hecha a la medida para Andalucía y Cataluña” y reclamó “como mínimo 300 euros por hectárea para que el cultivo subsista con dignidad”. En cuanto a frutos secos, Aguado calificó la campaña de “ruinosa” debido a las heladas, que han dejado los campos sin cosechas.
Por otro lado, la ganadería valenciana también ofrece un balance negativo, al padecer una “fuerte crisis de precios” en todos los sectores, lo que ha provocado la reducción del número de explotaciones.
AVA