Dado que los bosques son fundamentales para el equilibrio energético mundial, su papel esencial en la lucha contra el cambio climático es uno de las principales cuestiones a debatir en la primera edición de la Semana Forestal Europea que tendrá lugar en la sede de la FAO en Roma entre el 20 y 24 de octubre de 2008.
“Los bosques cubren el 44 por ciento de la superficie terrestre de Europa y continúan expandiéndose. Si queremos aprovechar al máximo los múltiples recursos que ofrecen, la colaboración entre el sector forestal y los sectores relacionados es crucial”, afirmó Jan Heino, Director General Adjunto de la FAO para Bosques.
La reunión de Roma contará con la participación de representantes de 46 países y está siendo organizada conjuntamente por la Comisión Europea, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la Conferencia Ministerial sobre Protección de Bosques en Europa y la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa.
Junto a estos eventos, el Comité Económico y Social Europeo celebrará una conferencia en Bruselas sobre “El papel de los bosques y el sector forestal en el cumplimiento de los compromisos de la UE en la lucha contra el cambio climático”.
Por toda Europa se desarrollarán más de 130 eventos nacionales asociados, muchos de ellos dirigidos a los jóvenes, que destacarán el valor de los bosques europeos y las actuaciones necesarias para aprovechar todo su potencial.
Al acercar a personas y organizaciones que trabajan para la gestión sostenible de los bosques, la Semana Forestal Europea contribuye a encontrar soluciones para algunos de los desafíos más importantes a los que hoy en día se enfrentan los bosques y la silvicultura: el cambio climático, la energía y el agua.
Árboles como almacén de carbono
Durante su crecimiento los árboles absorben y almacenan dióxido de carbono, contribuyendo de esta forma a atenuar el cambio climático. El carbono se almacena en la biomasa forestal, en los troncos, ramas, follaje y raíces de los árboles, al igual que en el suelo. En un bosque bien gestionado, el almacenamiento de carbono no se detiene nunca ya que los árboles nuevos sustituyen a los que se cortan. Incluso después de la tala, los productos madereros siguen almacenando carbono.
En los últimos 15 años, el área forestal en Europa ha aumentado en 13 millones de hectáreas, el equivalente a la extensión de Grecia.
Fuente de energía
La madera se utiliza todavía ampliamente como fuente de energía renovable. En sí misma, la producción de madera requiere menos energía y emite menos CO2 que la producción de cualquier otro material de construcción de los que se utilizan habitualmente. Utilizar más madera en lugar de hormigón, plástico y acero ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero
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